El cuerpo de un hombre oriundo de Valledupar fue hallado enredado en un trasmallo en playas de Taganga. Durante un tiempo, su familia no supo nada de él. Hoy, piden que se aclare si su muerte fue accidental o provocada.

Una incertidumbre total ronda a una familia en Valledupar. Después de un tiempo de silencio y angustia, recibieron la noticia que menos esperaban: su ser querido había aparecido muerto en el mar de Taganga, en Santa Marta.

El hombre fue identificado como Dayer Castro, un ciudadano oriundo de Valledupar que un día decidió dejar su tierra para probar suerte en la capital del Magdalena. Desde entonces, su rastro se perdió. Las llamadas cesaron, los mensajes dejaron de llegar y, con el tiempo, el silencio se volvió una carga más pesada que la ausencia misma.

El hallazgo ocurrió en la playa de Sisihuaca, cuando pescadores del sector se toparon con un cuerpo flotando cerca de la orilla, enredado entre las redes de un trasmallo. Era un desconocido hasta que las autoridades confirmaron su identidad en Medicina Legal.

El cadáver, en avanzado estado de descomposición, terminó revelando el final que su familia se negaba a imaginar.

El informe preliminar de Medicina Legal indica que la causa probable de muerte fue asfixia por inmersión, sin embargo, ninguna hipótesis ha sido descartada. Las autoridades manejan el caso como una muerte por inmersión, pero no se descarta que existan circunstancias adicionales que la provoquen.

En Taganga, nadie parece recordarlo. Ningún pescador del lugar dijo conocerlo o haberlo visto antes. Para su familia, esa falta de información aumenta la sospecha y la confusión.

“Queremos saber si fue un accidente o si alguien le hizo daño. No podemos quedarnos con la duda”, expresaron desde Valledupar.

Dayer es recordado por los suyos como un hombre tranquilo, trabajador y reservado, sin aparentes enemigos.

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Hoy, mientras esperan la entrega de su cuerpo para darle sepultura en Valledupar, su familia pide algo más que respuestas: paz después de la incertidumbre.