El funcionario judicial en Moniquirá, Boyacá, fue víctima de la traición de un venezolano a quien había llevado a su vivienda para realizarle unos trabajos. El extranjero lo atacó, lo despojó de sus pertenencias y terminó en la cárcel tras entregarse a las autoridades.

La confianza que el abogado Javier Sánchez Medina depositó en un trabajador terminó costándole la vida. El funcionario judicial del Juzgado Penal de Moniquirá llevó hasta su casa a Adrián José Valderrama González, un extranjero al que había contratado para que le hiciera unos arreglos. Lo que era un acuerdo laboral se convirtió en un crimen brutal.

Los hechos ocurrieron el 2 de septiembre en la vereda Monjas Bajo, zona rural del municipio. Según la Fiscalía, una vez dentro de la vivienda, Valderrama aprovechó la cercanía y la confianza del abogado para atacarlo con violencia, causarle la muerte y despojarlo de sus pertenencias. Luego huyó, abandonando el vehículo de la víctima en el casco urbano para intentar desviar las investigaciones.

El hallazgo del cuerpo, con signos evidentes de maltrato, encendió las alarmas en la comunidad y en las autoridades. El CTI de la Fiscalía rastreó los últimos movimientos de la víctima y logró establecer que el extranjero había estado con él al momento de los hechos. Con pruebas en su contra, la presión lo llevó a entregarse días después en la estación de Policía de Moniquirá.

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Un juez de control de garantías avaló la imputación de la Fiscalía y lo envió a prisión por homicidio agravado. La comunidad de Moniquirá no sale del asombro: un abogado que dedicó su vida a la justicia terminó asesinado en su propia casa por la misma persona a la que había dado la oportunidad de trabajar.