El abogado presentó los tenis oficiales de su campaña, “El paso firme de los Defensores de la Patria”, una edición exclusiva intervenida por el artista Perrograff. Su precio generó una ola de críticas en redes sociales.

El abogado y candidato presidencial Abelardo de La Espriella volvió a ser tendencia tras lanzar los tenis oficiales de su campaña, una iniciativa que denominó “El paso firme de los Defensores de la Patria”.

El anuncio sorprendió a sus seguidores y detractores por igual, no solo por el concepto, sino por el valor y la estrategia detrás de esta propuesta política poco convencional.

Los tenis son una versión de los clásicos Air Force 1 de Nike, intervenidos a mano por el artista colombiano Perrograff, conocido por su trabajo con grafitis y pintura urbana. En el diseño destaca la imagen de un tigre, símbolo que ha identificado la campaña de De La Espriella y que, según él, representa la fuerza, el coraje y la defensa de la patria.

De acuerdo con el propio candidato, esta edición exclusiva busca financiar parte de su campaña presidencial, y cada par tendrá un valor de 5 millones de pesos. “Es una pieza artística, un símbolo de quienes caminan con paso firme hacia la recuperación de Colombia”, expresó De La Espriella en la presentación oficial del producto, difundida a través de sus redes sociales.

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Sin embargo, el lanzamiento generó una avalancha de reacciones críticas. En plataformas como X y Facebook, cientos de usuarios cuestionaron el alto precio y la utilización de una marca registrada en un contexto político. “Más allá de lo horrible que son, lo más seguro es que Nike te lleve a los juzgados”, comentó un internauta. Otros ironizaron diciendo: “Este man está montando un negocio y no una campaña presidencial”.

La controversia por los tenis se suma a la larga lista de estrategias mediáticas con las que Abelardo de La Espriella ha buscado diferenciar su candidatura y conectar con su base de seguidores. Mientras algunos lo aplauden por su creatividad y su intento de autofinanciarse, otros lo acusan de frivolizar la política y convertir su campaña en un espectáculo publicitario.