A mujer la mataron por la espalda cuando compraba en una tienda 


El homicida llegó en moto, cometió el crimen y escapó con un cómplice. Las autoridades investigan la identidad de la víctima, que vestía jean, camisa blanca y mochila.

No tuvo tiempo de voltear. Apenas pedía algo en la tienda Trinidad cuando el pistolero se le acercó por la espalda y le disparó dos veces en la cabeza. La mujer cayó de inmediato, sin emitir palabra. El sicario, con una frialdad espeluznante, regresó a la motocicleta que lo esperaba encendida con su cómplice, y juntos desaparecieron en la noche de Altos Delicias.

El tendero, único testigo directo, quedó paralizado. Su reacción instintiva fue esconderse detrás del mostrador y bajar la estera. No gritó, no corrió, solo escuchó cómo el corazón se le desbocaba en el pecho. Cuando se atrevió a asomarse, la escena ya era un hecho: el cuerpo yacía tendido, inmóvil, con la mochila aún en el hombro.

La mujer vestía jean, camisa blanca y esa mochila que poco decía de quién era. No portaba documentos visibles, y su rostro, ahora sin vida, era desconocido para los vecinos que se aglomeraron minutos después, empujados por la curiosidad y el espanto.

La tienda, usualmente llena de voces y risas de clientes, se convirtió en un escenario de muerte. Los vecinos murmuraban nombres, especulaban motivos, pero nadie la conocía. La Policía llegó poco después, rodeó la escena y comenzó a recoger evidencias. El barrio, mientras tanto, se sumió en un silencio denso, como si la violencia se hubiera sentado en la esquina a observar.

La investigación apenas comienza. Las autoridades tratan de establecer la identidad de la víctima y dar con los asesinos, que actuaron con precisión de reloj. Otro crimen que sacude a Santa Marta y deja una estela de miedo, sangre y preguntas sin respuesta. 


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