A mediados de enero de 2026 iniciará la construcción de la doble calzada Ciénaga-Barranquilla


La doble calzada traerá alivio a miles de viajeros y abrirá paso al turismo, la logística y la competitividad del norte colombiano.

Durante años, la vía Ciénaga – Barranquilla ha sido el cuello de botella del Caribe. Cada fin de semana festivo o temporada vacacional, los trancones se convierten en una pesadilla para miles de viajeros.

La carretera, angosta y con un solo carril por sentido, no da abasto para el alto flujo vehicular que circula a diario entre los dos principales destinos del norte del país.

Pero esa historia está a punto de cambiar. La concesión Ruta Magdalena Sierra Mar anunció que la construcción de la nueva doble calzada entre Ciénaga y Barranquilla comenzará oficialmente a mediados de 2026, una vez culmine la etapa de preconstrucción, que avanza según lo previsto.

“Estamos cumpliendo con los tiempos establecidos. Ya finalizamos la gestión predial y social, y avanzamos en los ajustes de diseño. Solo estamos a la espera de la licencia ambiental para iniciar las obras”, aseguró Víctor Esper Cassin, director de proyectos de la concesión.

Características del proyecto

El proyecto contempla 48 kilómetros de doble calzada, divididos en tres tramos, con una inversión cercana a los 2,7 billones de pesos. Además de ampliar la capacidad vial, incluirá un nuevo puente en Punta de la Barra y un deprimido de conexión hacia el puerto de Palermo, que mejorará la movilidad logística y turística de la región.

Según cifras del concesionario, por esta vía circulan más de 10 mil vehículos diarios, entre particulares, buses y tractocamiones. En horas pico, la capacidad actual se desborda, lo que incrementa el riesgo de accidentes y genera enormes pérdidas de tiempo y combustible.

“Cuando hay temporada alta, el trayecto entre Santa Marta y Barranquilla puede tardar más de tres horas. Con la doble calzada esperamos reducirlo a menos de una”, señaló Omar García, presidente de Cotelco Magdalena, quien destacó el impacto positivo que la obra tendrá para el turismo y la competitividad del territorio.

El proyecto también contempla obras de mitigación ambiental, especialmente por su cercanía con la Ciénaga Grande de Santa Marta, una zona de alto valor ecológico. La concesión ha trabajado de la mano con las autoridades ambientales para garantizar un desarrollo sostenible.

Para los habitantes de los municipios del corredor, esta noticia representa una esperanza.

“Esta carretera ha sido buena, pero ya quedó pequeña. Es hora de tener una vía moderna, segura y con más capacidad”, expresó Carlos Jiménez, conductor que a diario recorre la Troncal del Caribe transportando mercancías.

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Si los plazos se cumplen, en 2026 se pondrá la primera piedra de una obra que promete transformar la conectividad del Caribe y marcar un antes y un después en la historia de la movilidad entre Santa Marta, Ciénaga y Barranquilla.


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