La extorsión que azota a los comerciantes en Barranquilla habría cobrado la vida del ‘Viejo Fidel’, un vendedor de aguacates de 74 años que se negó a pagarles a los delincuentes. Su asesinato refleja la impunidad con la que operan las mafias en la ciudad.

A Ramón Fidel García Quintero lo mataron por no tener dinero suficiente para responderle a los extorsionistas. A sus 74 años, el hombre conocido como el ‘Viejo Fidel’ se convirtió en blanco de estos violentos que extorsionan a diario a los comerciantes de Barranquilla. No tenía cómo pagarles, apenas sobrevivía vendiendo aguacates en un pequeño puesto en Barranquillita, y por eso lo ejecutaron a sangre fría frente a todos.

El crimen ocurrió en la calle 10 con carrera 43B, la esquina donde el ‘Viejo Fidel’ pasó décadas trabajando con disciplina. Su puesto era un símbolo de constancia en medio de la crisis económica: una canasta de aguacates y un anciano que nunca se rendía. Pero esa resistencia terminó silenciada por los disparos de dos sicarios en moto que lo sorprendieron mientras atendía a sus clientes.

Su cuerpo quedó tendido en el suelo, junto a las frutas que tantas veces le dieron de comer. La imagen, brutal y dolorosa, refleja el desamparo de cientos de comerciantes y vendedores que hoy trabajan bajo la sombra de la extorsión.

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“Él no ganaba casi nada, lo que recogía era para comer ese día. Y aun así vinieron a matarlo como si fuera un criminal. Eso es una injusticia que duele”, relató un vecino entre lágrimas.

La muerte del ‘Viejo Fidel’ encendió la indignación en Barranquilla. Su caso se convirtió en un símbolo de dignidad quebrada, del abandono de quienes trabajan con honestidad y terminan pagando con su vida la osadía de no ceder ante las mafias.