Grafitis de banda ‘Los Primos’ alarman a pobladores de municipios del Norte de Magdalena 

Los municipios de Pivijay, Algarrobo y Fundación, junto con sus corregimientos, viven momentos de zozobra luego de que las calles amanecieran cubiertas de grafitis con el nombre de ‘Los Primos’, una banda criminal que busca sembrar el terror en la región. 

Fachadas de viviendas, negocios y muros de puentes fueron marcados con estas amenazas, generando incertidumbre entre los habitantes.

La comunidad percibe estos mensajes como una clara intimidación, especialmente porque surgen días después de la publicación del cartel de los delincuentes más buscados en la zona, en el que aparecen tres miembros de esta organización señalados por homicidios y extorsiones.

“Amanecimos con esas letras pintadas, es la primera vez que vemos esto. Esperamos que las autoridades nos den un parte de tranquilidad”, expresó un residente de Salaminita, corregimiento de Pivijay, quien prefirió mantener su identidad en reserva por temor a represalias.

Un mensaje de terror tras la publicación del cartel de los más buscados

Las autoridades han identificado a los tres presuntos cabecillas de ‘Los Primos’: Berny José Avendaño Orozco, alias ‘Berny’; Jorge Luis Benítez, alias ‘Mona Candela’; Diclous Orozco Flórez, alias ‘Diclous’.

La Policía ha ofrecido hasta 20 millones de pesos como recompensa por información que conduzca a su captura.

Para el defensor de derechos humanos Lerber Dimas, ‘Los Primos’ no son un grupo armado con gran capacidad militar, sino una pequeña estructura criminal que actúa bajo órdenes del Ejército Gaitanista de Colombia (EGC). 

“No tienen 1.500 hombres ni son un grupo independiente. Su objetivo es imponer miedo en Pivijay, Media Luna, Salaminita y Algarrobo como parte de una estrategia de extorsión”, afirmó.

Acciones de la Policía para devolver la tranquilidad

Ante la creciente preocupación de la población, la Policía ha reforzado su presencia en los municipios afectados, con el fin de disuadir cualquier acción violenta y devolver la tranquilidad a los ciudadanos. Sin embargo, los habitantes aún sienten miedo de represalias y esperan respuestas concretas para frenar la ola de intimidaciones.

La situación en el norte del departamento del Magdalena refleja la lucha constante entre las fuerzas del orden y las bandas criminales que buscan controlar el territorio a través del miedo.