Amenazas y tensión: Así responden autoridades ante el clásico costeño en Santa Marta 


Mientras se acerca el enfrentamiento entre Unión Magdalena y Junior, la preocupación  aumenta en la ciudad; autoridades e hinchas llaman a la calma ante publicaciones en redes que amenazan con convertir la pasión en violencia.

Santa Marta se prepara para revivir el clásico más intensos del fútbol costeño. Este sábado, a las 6:20 pm, se disputará el enfrentamiento entre Unión Magdalena y Junior de Barranquilla, un choque que históricamente ha estado marcado por una rivalidad feroz tanto dentro como fuera del terreno de juego. 

Este año que vuelve a jugarse este partido en la Liga Colombiana, el ambiente se tiñe de preocupación y alarma debido a la circulación de amenazas en redes sociales que incitan a la violencia.

Publicaciones amenazantes 

En los últimos días, mensajes, audios y fotografías han inundado grupos de WhatsApp y plataformas sociales. Uno de los mensajes más virulentos advierte a los hinchas:

«Si vas para el clásico y no llevas tu camisa del Unión, eres objetivo, están advertidos porque sin aletas los vamos a dejar.»

Estas palabras han provocado un ambiente de miedo entre la afición, que teme se registren actos de violencia antes, durante o después del compromiso. 

Las amenazas no se limitan a un grupo aislado; se han convertido en un fenómeno viral que pone en riesgo la paz en el estadio y en las zonas adyacentes.

Medidas de seguridad de alto impacto

Para contrarrestar esta escalada de tensiones, las autoridades deportivas y la Comisión Local de Seguridad del Fútbol han tomado medidas contundentes. 

La primera decisión fue prohibir el ingreso de las barras del Junior al estadio Sierra Nevada, buscando evitar enfrentamientos directos entre grupos rivales. No obstante, esta medida se complementa con una estrategia de seguridad que abarca puntos críticos de la ciudad.

Un dispositivo de seguridad robusto estará desplegado para el partido, integrando la presencia de 650 policías, 40 agentes de movilidad y unidades del Ejército Nacional. Además, se han instalado puestos de control en puntos estratégicos, como el puente de Palermo, Tasajera, La Y de Ciénaga y Los Alcatraces, con el objetivo de monitorear el flujo de aficionados y prevenir cualquier intento de violencia en la vía pública.

Esta respuesta se da en el marco de incidentes previos que han sacudido el fútbol costeño. El recordado ataque del 24 de enero, cuando un hincha lanzó piedras al bus de Millonarios, obligó a suspender el partido y demostró que la pasión puede desencadenar episodios de violencia. 

“No podemos tolerar que el fervor se transforme en agresión. Cada medida está diseñada para evitar que se repitan tragedias”, declaró el secretario de seguridad, Gustavo Berdugo. 

Voces desde las barras

Entre la confusión, líderes de las barras intentan disipar el clima de violencia. Juan Carlos Armenta, de la Hinchada del Ciclón, se mostró categórico:

“Nosotros no tenemos nada que ver con estas amenazas. Nuestro único objetivo es celebrar una gran fiesta de fútbol en el estadio. La pasión por el equipo no se traduce en violencia.”

Armenta aclaró que su grupo se concentra en animar al equipo azulgrana y que esperan que, por parte del rival, tampoco se inicien provocaciones. 

Otro representante de la Garra Samaria Norte afirmó: “Estamos comprometidos con el buen comportamiento. Si los hinchas del Junior provocan, corresponderemos con el aliento, no con la violencia. El fútbol es para unir, no para dividir.”

A pesar de estas declaraciones, el impacto de los mensajes en redes sigue siendo una fuente de inquietud para muchos hinchas. Algunos temen que, a pesar de las garantías de los grupos organizados, los individuos radicalizados puedan buscar venganza, transformando la rivalidad en violencia real.

Preocupación en la ciudad

La ciudad de Santa Marta, que se enorgullece de su tradición futbolística, se encuentra en un estado de alerta. Comerciantes, residentes y familiares de los aficionados han expresado su temor ante la posibilidad de que la violencia se desborde en espacios públicos. 

“El ambiente de fiesta se ve opacado por el temor a incidentes. Es esencial que tanto las autoridades como los hinchas asuman la responsabilidad de mantener la calma”, afirmó un comerciante de El Rodadero, donde en partidos anteriores se han registrado enfrentamientos entre hinchas. 

Las autoridades hacen un llamado a la sensatez y al respeto. “Queremos que este clásico sea recordado por su emoción y el espectáculo deportivo, no por los episodios de violencia. Hemos redoblado esfuerzos para que la cita se celebre de manera segura”, enfatizó Gustavo Berdugo. 

El partido entre Unión Magdalena y Junior es, sin duda, un evento que despierta pasiones intensas. Sin embargo, la difusión de mensajes violentos en redes sociales pone en jaque esa pasión, arriesgándose a encender una chispa que podría desencadenar episodios lamentables. 

Con la implementación de estrictas medidas de seguridad y el compromiso de las barras por comportarse de forma responsable, se espera que la cita futbolística se desarrolle en un ambiente de respeto y celebración.


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