Atesa reconoce que incremento de basuras en vacaciones terminó de colapsar la prestación del servicio


Según la entidad la sobreocupación turística, sumado a la falta de cultura, hicieron colapsar la prestación de este servicio.

Santa Marta enfrenta una crisis ambiental y sanitaria que se suma a los problemas recurrentes de suministro de agua y rebosamiento de alcantarillas. En plena temporada de vacaciones, la recolección de basuras colapsó, dejando a la ciudad bajo montañas de residuos sólidos.
La situación, que ya era preocupante debido al deficiente servicio prestado por la empresa Atesa, se ha intensificado con el incremento de desechos generados por la llegada masiva de turistas.

La crisis de la recolección de basuras


El panorama en Santa Marta es desolador. Calles y avenidas muestran esquinas llenas de basura acumulada, contenedores desbordados y malos olores que invaden las áreas comerciales y residenciales.
“Estamos desesperados. No sabemos dónde poner más basura. Esto afecta nuestra imagen ante los turistas”, expresó Martha Gutiérrez, comerciante del centro histórico.
Los usuarios denuncian que los camiones recolectores no cumplen con las rutas asignadas, dejando desechos acumulados por días. Perros, recicladores e indigentes terminan dispersando la basura, lo que agrava la contaminación y la proliferación de ratas e insectos. Los barrios más afectados, como María Eugenia, llevan muchos días sin el paso regular de los camiones.

Los contenedores: de solución a problema

Aunque la ciudad cuenta con contenedores instalados en puntos estratégicos, estos también se encuentran rebosados.
“No les cabe una bolsa más. La gente tira encima y todo termina regado”, comentó Carolina Morales, habitante del Mercado Público.


El concejal Wiston Vargas aseguró que desde principios de año se alertó sobre el deterioro en el servicio de Atesa. “Se les exigió mejorar el servicio. Aunque inicialmente hubo un intento, la situación volvió a empeorar. Ahora vivimos un caos con contenedores dañados, colocados en vías públicas, y barrios sin recolección”, señaló.
Por su parte, el concejal Miguel Martínez destacó que la crisis también responde a la incapacidad de la empresa para adaptarse al incremento estacional de residuos. “
Atesa cumple un contrato limitado a recoger basura dos veces a la semana. Sin embargo, en temporada alta, cuando llegan 250 mil turistas adicionales, no logran manejar el aumento de desechos. La Alcaldía debe implementar planes de contingencia con más vehículos, personal y horarios extendidos”, afirmó.

Pronunciamiento de Atesa


La empresa Atesa reconoció las dificultades y explicó que enfrenta “un escenario complejo” debido al aumento exponencial de residuos sólidos durante la temporada turística.
En su pronunciamiento, señaló factores como la sobreocupación hotelera, la falta de cultura ciudadana en la disposición de desechos y los efectos de las lluvias como agravantes del problema.
“Atesa ha redoblado esfuerzos con maquinaria especializada y jornadas extendidas para mitigar los impactos. Sin embargo, estas acciones requieren el compromiso de residentes y turistas para respetar horarios de recolección y adoptar prácticas responsables como el reciclaje”, expresó la empresa.

Impacto en la salud y la imagen de la ciudad


El colapso del servicio de aseo tiene consecuencias que trascienden lo visual. La acumulación de basura en zonas públicas no solo daña la imagen de Santa Marta como destino turístico, sino que también representa un grave riesgo sanitario.
“Vivir entre basuras afecta la salud, especialmente de los niños y ancianos. Estamos expuestos a enfermedades por ratas y moscas”, advirtió el médico Julio Estrada, residente del barrio Bavaria.
Además, la contaminación ambiental generada por residuos dispersos y en descomposición contribuye a la crisis ecológica de la ciudad, ya golpeada por problemas de agua y alcantarillado.

Exigencias y soluciones


Los samarios exigen una respuesta contundente de Atesa. “No podemos seguir viviendo así. Es insostenible”, señaló Alejandra Ramírez, líder comunal.
Entre las propuestas destacan la implementación de campañas masivas de reciclaje, el fortalecimiento del servicio en temporadas altas y la instalación de más puntos de recolección temporal en áreas críticas.
La situación actual no solo pone en evidencia la falta de planificación para manejar el crecimiento turístico de la ciudad, sino que también evidencia la necesidad urgente de educación ambiental y políticas públicas que integren a ciudadanos, empresarios y autoridades en el manejo responsable de los residuos.


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