Durante mas de ocho años se ganó la vida manejando motocicleta para financiar sus estudios. Ahora dice que está listo para mejorar su calidad de vida y la de su familia.

Este 20 de diciembre, el joven samario Luis Alfredo Noriega Ortiz ha demostrado que la perseverancia y el esfuerzo son capaces de superar cualquier obstáculo.

Luego de más de ocho años como mototaxista, Noriega ha culminado con éxito sus estudios y se gradúa como Contador Público de la Universidad del Magdalena, un sueño que parecía inalcanzable pero que ahora se hace realidad.

En sus propias palabras, este logro tiene un significado especial: “Este triunfo es para mi madre, quien siempre creyó en mí; para mis hijas, que son mi mayor inspiración; y para mi padre, que desde el cielo sé que celebra conmigo. A Dios, por darme la fuerza para cada noche de trasnocho y cada día de esfuerzo.”

Un camino lleno de sacrificios

Ser mototaxista no fue solo un medio para generar ingresos, sino también un motor que lo impulsó a soñar en grande.

Durante los últimos años, Luis Alfredo trabajó largas jornadas recorriendo las calles de Santa Marta, mientras asistía a clases y cumplía con sus responsabilidades como padre.

«Hubo noches en las que apenas dormía, pero sabía que cada sacrificio valía la pena. Mi trabajo como mototaxista me enseñó a no rendirme, a enfrentar cada reto con valentía», afirmó Luis, quien ahora se convierte en un ejemplo para su familia y su comunidad.

El apoyo detrás del éxito

Este nuevo contador público no estuvo solo en su camino. La motivación de su madre y el apoyo de amigos fueron clave para no desistir. «A pesar de los momentos difíciles, siempre encontré una palabra de aliento que me ayudó a seguir adelante», confesó emocionado.

Además, mencionó a sus hijas como su principal fuente de inspiración. «Ellas son la razón por la que nunca dejé de luchar.

Todo esto es para ellas, para que tengan un mejor futuro», destacó.

El comienzo de un nuevo capítulo

Con su título universitario en mano, Luis Alfredo se prepara para emprender una nueva etapa profesional.

Su meta es aprovechar las oportunidades que se le presenten como contador público, continuar apoyando a su familia y seguir demostrando que no hay límites cuando se tiene determinación.