Los asesinatos del empresario Normando Díaz y el comerciante chino Wu Weili comparten un inquietante patrón: ambos fueron seguidos desde el Centro Comercial Buenavista por grupos de fleteros que, tras interceptarlos en motocicletas, los atacaron para robarles dinero en efectivo.

Dos crímenes ocurridos en Santa Marta, separados en el tiempo pero con un patrón similar, han puesto en alerta a las autoridades y a la ciudadanía. 

Tanto el empresario cienaguero Normando Díaz como el comerciante chino Wu Weili fueron asesinados tras ser perseguidos desde el Centro Comercial Buenavista, un lugar que parece haberse convertido en un punto estratégico para grupos de fleteros que acechan a sus víctimas en busca de dinero en efectivo.

El caso de Normando Díaz

El 16 de mayo, el empresario Normando Díaz fue interceptado y asesinado en el sector de Riascos mientras llegaba a su residencia. 

Según las investigaciones, Díaz había retirado una suma considerable de dinero de un banco ubicado en el centro comercial Buenavista, de donde fue seguido por un grupo de al menos seis delincuentes. 

Los asaltantes, movilizados en varias motocicletas, lo interceptaron y lo atacaron sin vacilar. A raíz de este trágico final, las autoridades lograron capturar a los fleteros involucrados en este hecho, mostrando que la acción oportuna puede dar resultados.

El caso de Wu Weili

En un hecho similar, el comerciante chino Wu Weili, propietario del restaurante Long Hang, fue seguido por un grupo de delincuentes desde el mismo centro comercial tras finalizar su jornada laboral. 

El ataque ocurrió en el barrio San Francisco, cuando Weili regresaba a su residencia en el edificio Davinci Soriano. Al igual que en el caso de Díaz, los fleteros actuaron con la misma estrategia: mientras unos cubrían la operación, otros ejecutaban el asalto. 

Wu Weili fue asesinado en el lugar, y hasta la fecha, las autoridades siguen buscando a los responsables. 

Como parte de las acciones de búsqueda, se ha ofrecido una recompensa de 100 millones de pesos por información que conduzca a su captura.

Un patrón alarmante

Ambos crímenes comparten elementos inquietantes:

1. El lugar de inicio: el Centro Comercial Buenavista sirvió como punto de partida para los asaltantes en ambas ocasiones.
2. La logística criminal: grupos de al menos seis personas, movilizados en motocicletas, trabajan de manera coordinada para perpetrar los asaltos.
3. El objetivo: despojar a las víctimas de dinero en efectivo, sin importar recurrir a la violencia extrema.

Estos casos evidencian cómo los fleteros operan con total impunidad desde el lugar más concurrido de la ciudad, escondiéndose entre compradores y comerciantes para identificar a sus víctimas y seguirlas hasta sus hogares.

El Centro Comercial Buenavista, al ser el más grande y frecuentado de Santa Marta, se ha convertido en un punto crítico que requiere atención urgente. 

Las autoridades y la administración del lugar deben implementar estrategias efectivas para prevenir estos hechos, como el incremento de vigilancia tanto dentro como fuera del establecimiento, monitoreo por cámaras y campañas de prevención para los usuarios.

Mientras tanto, la ciudadanía clama por justicia para Wu Weili y por la implementación de medidas que eviten que más vidas se pierdan en manos de estos grupos delincuenciales. 

La captura de los responsables en el caso de Normando Díaz demuestra que el crimen no puede quedar impune, y se espera que las autoridades logren el mismo resultado en el caso del comerciante chino.