Un hábito aparentemente inofensivo cambió la vida de Mario, quien compartió en redes sociales cómo terminó en una compleja operación de corazón tras una grave infección bacteriana.

Todo comenzó con Staphylococcus aureus, una bacteria que ingresó a su organismo mientras se mordía las uñas. Según explicó, esta bacteria, erróneamente mencionada por él como “estafilococosaurus,” aprovechó una pequeña herida en su piel para entrar al torrente sanguíneo y establecerse en su válvula mitral. La infección se expandió rápidamente, provocando embolias en órganos vitales como el cerebro, los riñones y uno de sus brazos.El cuadro médico obligó a los especialistas a realizar una cirugía de reemplazo de la válvula mitral para evitar mayores complicaciones y controlar la diseminación de la bacteria. Aunque la operación fue un éxito, el caso de Mario ha encendido las alarmas sobre los riesgos asociados a hábitos como morderse las uñas.Su historia, ahora viral en redes sociales, ha generado un debate sobre la importancia de la higiene personal y el cuidado de pequeñas heridas que podrían desencadenar complicaciones médicas graves. Mario se ha convertido en un ejemplo de cómo decisiones aparentemente insignificantes pueden tener serias repercusiones en la salud.