38 años de prisión a hombre que mató a su ex esposa delante de su hija en Taganga 

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El Juzgado Segundo Penal de Santa Marta lo condenó por el feminicidio agravado de su excompañera Astrid Carolina León Pérez, a quien asesinó brutalmente frente a su hija de 13 años en Taganga.

Eran las 7:30 de la noche del 9 de mayo de 2024 en el barrio Altos de Bonito Gordo, en Taganga, cuando la violencia machista apagó la vida de Astrid Carolina León Pérez. Su verdugo, Kenedy José Sierra, el hombre que alguna vez fue su pareja, no tuvo reparos en atacarla brutalmente delante de su hija de 13 años.

Astrid había sido convencida de acudir a una cita con él bajo la amenaza de que se quitaría la vida si ella no lo hacía. Lo que parecía un intento desesperado por reconciliarse resultó ser una trampa mortal. 

Sierra, cegado por los celos y el resentimiento, la esperó con dos cuchillos ocultos y descargó sobre ella una furia desmedida. Fueron cinco puñaladas, certeras y mortales, que acabaron con su vida en medio de la calle, frente a los ruegos de su hija y los gritos de los vecinos que intentaban detener el ataque.

Un ciclo de violencia

Astrid y Kenedy habían compartido dos décadas de vida juntos. De Venezuela a Santa Marta, el hombre dejó que el alcohol, las drogas y los celos extremos destruyeran lo que quedaba de su relación. Los seis hijos que procrearon fueron testigos de los episodios de maltrato, pero ella, con determinación, decidió poner fin a la pesadilla.

La decisión de Astrid de no regresar con él desató la ira de Sierra, quien aprovechó su vulnerabilidad económica y su condición de inmigrante para manipularla. 

La Fiscalía demostró que el ataque no fue un arrebato momentáneo, sino el desenlace de un ciclo de violencia sistemática que la dejó en una situación de indefensión.

El juicio y la condena

El Juzgado Segundo Penal del Circuito de Santa Marta, bajo la dirección del juez Helder Said Durán Rodríguez, sentenció a Kenedy José Sierra a 38 años y 9 meses de prisión. 

La sentencia fue contundente: feminicidio agravado, un delito que el Código Penal colombiano considera uno de los más graves debido a su naturaleza violenta y premeditada.

En el fallo, el juez subrayó la sevicia del ataque. No solo ignoró las súplicas de su hija, quien resultó lesionada al intentar salvar a su madre, sino que también desoyó los ruegos de los vecinos que intentaron intervenir. Sierra incluso amenazó a quienes trataron de detenerlo.

Además de la pena de prisión, se le impuso una inhabilitación de 20 años para ejercer derechos y funciones públicas. No podrá acceder a beneficios de prisión domiciliaria ni a la suspensión de su condena.

Un mensaje de justicia

La condena de Kenedy José Sierra marca un precedente en la lucha contra el feminicidio en Santa Marta. El fallo reconoce no solo la responsabilidad del agresor, sino también las condiciones de vulnerabilidad en las que vivía Astrid: una madre inmigrante que luchaba por sacar adelante a sus hijos en medio de adversidades económicas y sociales.

Para la familia de Astrid, la sentencia trae algo de consuelo, aunque nunca suficiente para llenar el vacío que dejó su partida. Sus seis hijos, especialmente la niña que presenció el horror, tendrán que cargar con el peso de esta tragedia.