Las presuntas víctimas llegaron a Santa Marta buscando ayuda. Administración departamental lidera un plan de atención para ofrecer refugio y asistencia a las familias desplazadas.
Un total de 65 familias presuntamente víctimas del conflicto armado interno en Pueblo Viejo se vieron forzadas a abandonar sus hogares.
Las familias, buscando protección y ayuda, llegaron a la Casa por la Paz y la Vida en Santa Marta, donde la Gobernación del Magdalena ha tomado medidas urgentes para atender la crisis.
La Alta Consejería para la Construcción de Paz y Defensa de los Derechos Humanos ha convocado una reunión interinstitucional con el fin de ofrecer una respuesta rápida y efectiva a la emergencia.
La Casa por la Paz y la Vida, ubicada en Santa Marta, ha sido habilitada como centro de recepción y atención para estas familias desplazadas, ofreciendo un espacio seguro donde se llevarán a cabo censos y se recogerán declaraciones masivas para evaluar la situación.
Las autoridades locales han trabajado en colaboración con el Ministerio Público y la Unidad para las Víctimas, estableciendo un plan de acción que garantice la integridad de los afectados y permita abordar la crisis humanitaria. Además, la Procuraduría y la Defensoría del Pueblo del Magdalena están recibiendo quejas sobre la falta de atención por parte de las personerías municipales, una de las preocupaciones manifestadas por los desplazados.
“La prioridad es brindar un apoyo inmediato a estas familias, asegurar su bienestar y atender sus necesidades con la urgencia que merecen. Estamos trabajando con todas las entidades pertinentes para garantizar una atención integral”, aseguró un representante de la Gobernación del Magdalena.
Este desplazamiento masivo muestra la situación de inseguridad en la región y la necesidad de una intervención efectiva para prevenir futuros desplazamientos.
