La Institución Educativa Distrital María Inmaculada de Barranquilla celebra el logro de una joven estudiante que alcanzó el puntaje más alto en las pruebas ICFES, pero la alegría está empañada por su repentina partida.
El pasado viernes 1 de noviembre, el Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación (ICFES) reveló los resultados de las pruebas Saber 11 para estudiantes de calendario A.
Los datos reflejaron un excelente desempeño de los jóvenes en Barranquilla, posicionando a la ciudad como la segunda mejor del país, con un puntaje global de 480 sobre 500, solo por detrás de Floridablanca, Santander.
Entre los 30 estudiantes que superaron los 400 puntos en Barranquilla, Melanny Villa Bastidas destacó con su excepcional resultado de 421, el más alto de su institución y uno de los más destacados del Atlántico.
Con apenas 17 años, Melanny se había convertido en un ejemplo de excelencia académica en su colegio. Con disciplina y pasión por el aprendizaje, soñaba con convertirse en ingeniera mecánica.
Pero aunque su puntaje es motivo de orgullo para su familia, compañeros y profesores, la noticia de su logro llegó demasiado tarde para que ella pudiera celebrarlo: Melanny falleció el pasado octubre, dejando un vacío irremplazable entre todos los que la conocieron.
Desde la Institución Educativa María Inmaculada, docentes y compañeros aún recuerdan la alegría con la que Melanny asumía cada desafío. «Era una joven excepcional, con entusiasmo y dedicación en todo lo que hacía,» comentó uno de sus profesores. «Nos deja su legado de esfuerzo y perseverancia, y aunque su ausencia nos duele, su éxito en estas pruebas es su último mensaje de esperanza.»
La comunidad educativa vive entre el orgullo y la tristeza. Para sus compañeros, Melanny fue más que una estudiante brillante: fue una amiga solidaria, siempre dispuesta a ayudar. “Es como si ella nos estuviera diciendo desde el cielo que sigamos adelante, que estudiemos y luchemos como ella lo hizo,” expresó una de sus amigas.
En sus redes sociales, la institución compartió un emotivo mensaje: “De aquí hasta el cielo, Melanny.” La frase, cargada de cariño y respeto, simboliza el legado que la joven dejó. Su éxito en las pruebas Saber es un recordatorio de su luz y la marca imborrable que dejó en quienes la rodearon. Para su familia, amigos y profesores, Melanny Villa será siempre un ejemplo de superación y una inspiración para las generaciones futuras.