Aunque no se reportaron víctimas, las intensas lluvias y la construcción en áreas inestables mantienen el temor de que el cerro vuelva a ceder.
Una avalancha de lodo y rocas proveniente del cerro sorprendió a los residentes del barrio San Fernando la noche de este jueves, dejando bajo tierra al menos cuatro vehículos y varias motocicletas.
Aunque el desastre material fue significativo, la comunidad relata que, por fortuna, no se registraron víctimas fatales, ya que las familias lograron evacuar al escuchar el estruendo que anunciaba el deslizamiento.
Según los testimonios de algunos residentes, el desastre ocurrió en cuestión de minutos, llenando de tierra y escombros las calles del barrio. “Fue como si el cerro se viniera encima”, narró una de las vecinas, aún conmovida por el susto.
El sonido, que se escuchó a varios metros de distancia, alertó a los moradores, quienes salieron apresurados de sus viviendas, evitando así lo que pudo ser una tragedia si el hecho hubiera ocurrido a altas horas de la madrugada, cuando la mayoría de personas duermen.
Los vecinos se han organizado en brigadas improvisadas, equipados solo con palas y manos, para intentar remover los escombros y rescatar los vehículos atrapados. Sin embargo, muchos de los automotores presentan daños irreparables debido a la fuerza del alud.
Entre ellos, crece la preocupación de que, ante la persistente lluvia, el cerro pueda ceder nuevamente, poniendo en riesgo sus hogares.
La comunidad ha solicitado con urgencia la ayuda de los organismos de socorro y de la administración municipal, esperando que acudan para evaluar los daños y ofrecer una asistencia adecuada.
Expertos señalan que la causa de este tipo de emergencias podría estar relacionada con la deforestación del cerro debido a la construcción de viviendas irregulares en su pendiente, una situación que debilita el terreno y lo hace más propenso a deslizamientos.
Las autoridades locales ya emitieron una alerta en toda la ciudad debido a las fuertes lluvias que se mantienen, instando a los habitantes de zonas en riesgo de inundación o deslizamientos a mantenerse vigilantes y tomar precauciones adicionales.
Para los residentes del barrio San Fernando, la noche se ha convertido en una mezcla de miedo e incertidumbre, mientras intentan superar este difícil momento y aguardan la llegada de ayuda para evitar una nueva tragedia.
