A pesar de los llamados de la ONU y organizaciones de derechos humanos para su pronta liberación, su búsqueda culminó en tragedia.
Tras semanas de incertidumbre, la búsqueda del líder indígena kogui Daniel Nolavita terminó en tragedia este lunes, cuando su cuerpo sin vida fue hallado en la Sierra Nevada de Santa Marta.
Nolavita había sido reportado desaparecido el 3 de septiembre por la Plataforma de Derechos Humanos, Ambientales y Liderazgo de la Sierra Nevada, siendo esta la primera organización en denunciar su secuestro.
Según el relato del defensor de los derechos indígenas, Lerber Dimas, hombres armados irrumpieron en la casa de Nolavita, ubicada en la vereda Cherua, zona rural de Ciénaga, llevándose al líder y a su esposa.
La mujer fue liberada, pero desde entonces no se tuvo información sobre el paradero de Nolavita.
A lo largo de las semanas, múltiples organizaciones, incluidas la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en Colombia, hicieron un llamado a su liberación. Sin embargo, la situación se complicó cuando los dos principales grupos armados que operan en la zona, las Autodefensas Conquistadoras y las Autodefensas Gaitanistas, negaron estar involucrados en su secuestro.
Los miembros de sus resguardo al no tener respuesta de las autoridades decidieron realizar brigadas de búsqueda por diferentes sectores del macizo. Tras varios días de exploración, el grupo de Koguis para infortunio de la comunidad halló a Daniel Nolavita sin vida en un lote abandonado.
La hipótesis que manejan los defensores de derechos humanos es que al líder Kogui lo asesinaron supuestamente porque lo señalaban de ser informante de la fuerza pública sobre las actividades que desarrollan los grupos de Autodefensas en ese territorio.
Dimas negó que este señalamiento pudiera ser cierto, teniendo en cuenta que Nolavita solo hablaba su lengua nativa. Todo parece indicar que su muerte fue una equivocación por parte de los violentos.
Los koguis han denunciado falta de acciones por parte de las autoridades para pronunciarse y presionar la liberación de Daniel, cuya familia se temía lo peor, como desafortunadamente sucedió.