Individuos que se dedican al tráfico de drogas estarían también manipulando las tuberías para negociar la distribución del recurso hídrico.
En el mes que lleva al frente de la Empresa de Servicios Públicos de Santa Marta (Essmar), la agente especial interventora, Isis Navarro, ha identificado algunas de las causas que han intensificado la crisis de agua en la ciudad.
Uno de los problemas más delicados, según Navarro, es la intervención de bandas dedicadas al microtráfico que han convertido el suministro de agua en una nueva fuente de ingresos.
Estas organizaciones controlan el recurso hídrico mediante la manipulación de las válvulas y perforación de tuberías, desviando el agua hacia grandes albercas que construyen para venderla a un precio superior.
Este fenómeno ha afectado a más de 60 barrios de Santa Marta, donde los hogares han dejado de recibir el servicio. Los habitantes no solo deben pagar sus facturas de agua, sino que además están forzados a comprar el líquido vital a estos grupos criminales.
Navarro señala que, pese a las dificultades que enfrentan las comunidades, las personas no se atreven a denunciar a los responsables por temor a represalias.
Ante esta situación, Navarro ha solicitado el acompañamiento de la policía para identificar y desarticular a los grupos que están robando el agua.
«No podemos permitir que se sigan adueñando del agua y poniéndole un precio más alto. Aunque existe un déficit del recurso en la ciudad, este tipo de prácticas ilegales agravan el problema», expresó Navarro en declaraciones a EL TIEMPO.
Corrupción interna
Además de los problemas externos, la interventora también ha detectado irregularidades dentro de la entidad.
«Hemos descubierto muchas malas prácticas, como llegadas tarde, ausencias y falta de cumplimiento de los perfiles adecuados para tareas específicas», reveló Navarro, quien aseguró que estas conductas serán corregidas durante su administración para mejorar la eficiencia operativa y administrativa de Essmar.
Sin embargo, destacó que también ha encontrado un equipo comprometido dispuesto a colaborar para mejorar los indicadores y lograr resultados positivos para la comunidad.
Falta de recursos y soluciones a largo plazo
Navarro reconoció que Essmar está generando ingresos suficientes solo para su sostenimiento, sin capacidad de pagar las deudas anteriores a la intervención ni de invertir en las obras que necesita con urgencia Santa Marta.
La agente interventora resaltó que el apoyo del gobierno local y nacional es fundamental para contar con los recursos necesarios que permitan mejorar la distribución del agua y resolver problemas sanitarios críticos.
Pese a los esfuerzos en curso, Navarro descartó la posibilidad de resolver el histórico problema de agua potable de la ciudad para 2025, cuando Santa Marta celebrará sus 500 años.
«Aunque hay varios proyectos en análisis que podrían convertirse en un plan maestro, no hay suficiente tiempo para garantizar el servicio de agua las 24 horas en todos los hogares», advirtió.
La agente interventora también señaló que el problema no solo radica en aumentar las fuentes de captación, sino en la necesidad de reemplazar la infraestructura antigua, que no soporta la presión o el volumen de agua requeridos.
Aun así, su gestión se centrará en reducir las pérdidas de agua actuales y realizar el mantenimiento necesario para optimizar el servicio.
Finalmente, Navarro reiteró su compromiso de apoyar técnicamente todas las iniciativas de las autoridades administrativas para reducir el déficit hídrico que enfrenta Santa Marta y brindar soluciones sostenibles para los próximos años.