Los dos adultos mayores quienes eran muy conocidos y queridos en el barrio fueron encontrados muertos por uno de sus hijos.
En la calle 6 del barrio Pescaíto de Santa Marta, la tristeza y el desconcierto invaden a los moradores. Justino Royer Palacio Vanegas, de 73 años, y su esposa Filomena Vanegas, de 62, fueron encontrados sin vida en su vivienda, víctimas de disparos en circunstancias que aún son investigadas.
La comunidad, que conocía a la pareja como ejemplo de amor y unión, no puede comprender cómo su historia terminó de manera tan trágica.
El desgarrador hallazgo lo hizo uno de sus hijos, quien al ingresar a la habitación encontró a sus padres sin vida. Ninguno de los hijos ha querido sacar conclusiones apresuradas sobre lo sucedido, ya que las circunstancias aún son inciertas y dolorosas para la familia.
Las dos hipótesis de la tragedia
La tragedia ha generado dos hipótesis principales, según las investigaciones preliminares de las autoridades. La primera sugiere que la muerte de Filomena pudo haber sido accidental mientras intentaba evitar que su esposo, en un aparente ataque depresivo, se disparara.
Durante un forcejeo, Justino habría accionado el arma de fuego, impactando a su esposa antes de quitarse la vida.
La segunda teoría plantea que una fuerte discusión entre la pareja, algo inusual según los testimonios de sus allegados, desencadenó un ataque de ira por parte de Justino, quien habría disparado a Filomena antes de suicidarse.
El coronel Jorge Bernal, comandante de la Policía Metropolitana de Santa Marta, informó que Justino Palacio era un pensionado de Colpuertos y tenía permiso legal para porte y tenencia de un arma de fuego.
“No tenía antecedentes ni problemas conocidos que sugirieran algún conflicto. La investigación sigue su curso, con los investigadores analizando cada detalle de la escena del crimen para esclarecer los hechos”, dijo el alto oficial.
La conmoción se ha extendido por toda Santa Marta, especialmente porque Filomena era madre de un reconocido periodista de radio, quien ha expresado su profundo dolor y devastación ante la lamentable pérdida.
El barrio Pescaíto, uno de los sectores más emblemáticos de la ciudad, no se explica cómo una pareja tan querida y respetada pudo verse envuelta en un suceso tan trágico. Mientras las autoridades continúan buscando respuestas, la comunidad sigue de luto, esperando que se esclarezca esta dolorosa historia.