Tras su salida de la Agencia Nacional de Tierras en la región Caribe, la ingeniería ambiental con especialización en gerencia asumirá el cargo recientemente ocupado por Pedro Sánchez, quien estaba encargado desde Bogotá.
La fundanense Isis Navarro, anteriormente militante del caicedismo y hoy en las filas del Pacto Histórico ha sido nombrada nueva gerente de la empresa de servicios de agua y alcantarillado de la capital del Magdalena.
Se conoció que su salida de la Agencia Nacional de Tierras se debió presuntamente por presiones politicas.
Sin embargo, Navarro fue seleccionada para liderar la Essmar. Se espera que durante su gestión pueda desempeñarse de manera beneficiosa para toda la ciudadanía y pueda contribuir con su gestión a superar las crisis de agua y alcantarillado.
En su rol de gerente, deberá abordar con urgencias las problemáticas presentes en Santa Marta, que a las anteriores gerencias parecieron quedarles grandes.
Santa Marta, a punto de cumplir 500 años de historia, ha visto cómo, debido a malas gestiones, el desarrollo en infraestructura de alcantarillado y acueducto se ha estancado, provocando numerosas fallas en el sistema y causando malestar entre los samarios.
Cabe destacar que su desempeño en el Pacto Histórico ha sido un factor positivo para su elección. Esto le ha permitido ganarse la confianza de Superservicios y asumir el cargo de nueva gerente en una empresa que ha sido objeto de críticas por su mala gestión en los servicios de la ciudad.
La fundanense cuenta en su currículum con varios cargos destacados, incluyendo Gerente del Mercado Público de Santa Marta, directora del Dadsa, secretaria de Desarrollo Económico y directora del Indetur.
No obstante, su llegada ya está generando malestares en algunos sectores políticos, como el mismo que promovió su salida de la Agencia Nacional de Tierras y otros interesados en la Essmar. Sin embargo, Superservicios no permitió que estos sectores dirigieran la empresa.
Por su parte, la ciudadanía espera que esta vez la Essmar sea gestionada adecuadamente y no como un fuerte político, como ha sucedido con las últimas gerencias, que han dejado de lado su verdadera función.
