El padre Fagid no se va del cementerio; le ganó primer pulso legal al obispo 

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La querella policiva no prosperó, por lo que el caso se dirimirá en la justicia ordinaria mientras el sacerdote sigue ejerciendo sus funciones y administrando el campo santo con el apoyo de la comunidad local.


En un inédito enfrentamiento legal dentro de la Iglesia Católica, el padre Hernando Fagid Álvarez Yacub ha logrado, en primera y segunda instancia, el derecho a permanecer en el cementerio San Miguel de Santa Marta, a pesar de la oposición de su superior jerárquico, monseñor José Mario Bacci Trespalacios. 

La querella policiva para expulsarlo no prosperó, y ahora el litigio deberá resolverse en la justicia ordinaria. Este caso ha desatado una disputa de control sobre la administración del cementerio que mantiene centrada la atención de los samarios. 

El conflicto legal
El conflicto comenzó cuando la Diócesis de Santa Marta, encabezada por el obispo Bacci Trespalacios, inició un proceso policivo para desalojar al padre Fagid Álvarez del cementerio San Miguel.  

Argumentaban que su permanencia en el lugar era arbitraria e ilegal, contraria a los cánones eclesiásticos y a las decisiones administrativas de la Iglesia. Sin embargo, el padre Álvarez, en un acto de desobediencia, se negó a abandonar su cargo y el campo santo.

Para fortalecer su posición, el padre Álvarez constituyó una empresa administradora del cementerio, ganando el respaldo de numerosos propietarios de terrenos y bóvedas en el lugar. 

Esta jugada le permitió blindar su permanencia y emprender una defensa legal contundente. La primera instancia, llevada a cabo en la Inspección Norte de Policía, falló a su favor el 11 de julio de 2024, permitiéndole seguir administrando el cementerio.

La Diócesis, no satisfecha con el resultado, apeló ante la Secretaría de Gobierno Distrital. No obstante, en esta segunda instancia, el secretario de Gobierno, Camilo George Díaz, también falló a favor del padre Álvarez, permitiéndole continuar al frente del cementerio San Miguel, el cual es administrado por la Fundación Juan Pablo Segundo, una corporación sin ánimo de lucro creada por la Diócesis para este fin.

Desobediencia del sacerdote  
La actitud del padre Fagid Álvarez ha sido calificada como rebelde por la jerarquía eclesiástica. 

A pesar de la presión de la Iglesia para que abandonara el cementerio y permitiera que otro sacerdote asumiera el cargo, Álvarez se declaró en abierta desobediencia, llegando a estar dispuesto a ser retirado del sacerdocio antes que abandonar la parroquia. 

Esta situación culminó con su expulsión y la prohibición de ejercer como sacerdote; sin embargo, el padre Álvarez ha desafiado abiertamente estas restricciones, continuando con sus funciones religiosas, como oficiar misas, dar la comunión y recibir ofrendas sin informar de los ingresos a la Diócesis.

Un caso inédito
La lucha legal entre el obispo Bacci Trespalacios y el sacerdote Álvarez Yacub se ha convertido en un verdadero pulso de poder dentro de la Iglesia Católica en Santa Marta, llamando la atención por ser un caso sin precedentes. 

Con el proceso policivo agotado, la disputa se trasladará ahora a los tribunales ordinarios, donde se definirá el futuro del control administrativo y religioso del cementerio San Miguel.

Por ahora, el padre Fagid Álvarez Yacub continuará al frente del cementerio, respaldado por las decisiones de la Inspección Norte de Policía y la Secretaría de Gobierno Distrital.