Los habitantes de calle se encuentran de manera masiva en el camellón, parques y calles acosando permanentemente a las personas que permanecen en la zona.
El Centro Histórico de la ciudad, conocido por su arquitectura colonial y su vibrante vida cultural, enfrenta actualmente una grave crisis de imagen e inseguridad debido al aumento significativo de habitantes de calle que deambulan por sus calles.
Esta situación ha encendido las alarmas entre los hoteleros y comerciantes de la zona, quienes denuncian que la presencia cada vez mayor de indigentes no solo incomoda a los turistas, sino que también representa una amenaza para su seguridad y bienestar.
Mariana Ríos, propietaria de un hostal en el centro, relata su experiencia diaria con esta problemática: “Cada día son más los indigentes que se pasean por la calle. Algunos se acercan de manera insistente a pedir dinero y, cuando no se les da, se tornan groseros. Esto afecta la tranquilidad de nuestros huéspedes, quienes se sienten acosados incluso cuando están en nuestros establecimientos”.
Una preocupación que comparte el comercio
El gremio hotelero y comercial de la zona comparte esta preocupación. La constante presencia de estas personas, muchas de las cuales padecen enfermedades respiratorias sin tratamiento adecuado, ha generado inquietud entre los visitantes.
“Pasan por sitios donde funcionan restaurantes tosiendo, lo que genera un riesgo de propagación de virus y enfermedades. Además, hacen sus necesidades en la puerta de los hoteles, lo que provoca malos olores y un ambiente desagradable para los turistas”, agrega Daniel Gómez, un propietario de establecimiento de comidas de la zona.
La situación se ha vuelto tan crítica que las ventas y reservas han caído drásticamente en los últimos meses.
Los comentarios en plataformas como Booking reflejan el malestar de los turistas. “El sector podría mejorar mucho. La atención fue buena, pero la zona está llena de indigentes y es insegura”, comenta un visitante. Otro turista señala: “La zona está llena de indigentes y es peligrosa, es una pena toda la situación de pobreza en un Centro Histórico tan hermoso”.
Según el último censo realizado por la Alcaldía, el número de indigentes en la ciudad asciende a 450 personas. No obstante, los comerciantes y residentes aseguran que la cifra parece ser mucho mayor, ya que los parques, camellones y calles están abarrotados por esta población, lo que incrementa la percepción de inseguridad.
“Algunos de estos habitantes aprovechan los descuidos para robar, lo que ha generado un clima de temor entre los visitantes”, advierte un comerciante de la zona.
Lo que dice la alcaldía
Ante esta alarmante situación, la Alcaldía ha anunciado la implementación de un proyecto dividido en tres fases para atender a los habitantes de calle.
Este plan busca no solo mejorar las condiciones de vida de estas personas, sino también reducir el riesgo que representan para la zona turística.
Sin embargo, tanto hoteleros como comerciantes exigen que se acelere la intervención, pues temen que la imagen del Centro Histórico continúe deteriorándose, afectando aún más la llegada de turistas y, en consecuencia, la economía local.
“Cada día llegan menos foráneos, y eso nos está perjudicando gravemente”, concluye Mariana Ríos, haciendo un llamado a las autoridades para que atiendan de manera urgente esta problemática.
