Autoridades indígenas rechazaron el homicidio de este joven que era líder de su comunidad y estaba próximo a recibir su grado como ingeniero civil.
Este sábado, Santa Marta vivió una nueva jornada de violencia con cuatro homicidios que conmocionaron a la ciudadanía.
Entre las víctimas se encuentra Wilfrido Segundo Izquierdo, un joven Arhuaco y estudiante de ingeniería civil de la Universidad del Magdalena, cuyo asesinato ha generado un fuerte rechazo por parte de la comunidad indígena y diversas organizaciones.
El homicidio de Segundo Izquierdo ocurrió en extrañas circunstancias a primeras horas del sábado en una zona enmontada del barrio Ciudad Equidad.
Según versiones de los vecinos, se escucharon varias detonaciones de arma de fuego, y al salir a verificar, encontraron al joven sin vida, con su mochila Arhuaca y su poporo en las manos.
Izquierdo era un miembro activo de su comunidad y estaba a punto de graduarse como ingeniero civil, con el objetivo de llevar desarrollo sostenible y regenerativo a las comunidades de la Sierra Nevada, armonizando el conocimiento occidental con el saber ancestral, según señalaron las autoridades del resguardo al que pertenecía.
Este asesinato ha generado una profunda conmoción entre los Arhuacos y en la Universidad del Magdalena, donde Izquierdo era reconocido como un ejemplo para las nuevas generaciones.
En un comunicado conjunto, las autoridades tradicionales de la comunidad Arhuaca, la Universidad del Magdalena, la Asociación de Estudiantes Indígenas de la Universidad, y otras organizaciones defensoras de derechos humanos, condenaron el asesinato y exigieron una investigación exhaustiva por parte de la Fiscalía General de la Nación y la Policía Nacional.
“El asesinato de Wilfrido Segundo Izquierdo no solo arrebata la vida de un joven lleno de promesas, sino que también hiere profundamente a nuestras comunidades y atenta contra los derechos y la dignidad de los pueblos indígenas”, afirmaron en el comunicado.
Violencia desbordada en Santa Marta
Los otros homicidios registrados este sábado también han alarmado a los habitantes de Santa Marta. Carlos Campo y Andrés Yance, vecinos de un barrio popular, fueron atacados por sicarios en motocicleta cuando regresaban a su casa tras una noche de fiesta. Ambos murieron en el lugar de los hechos.
Asimismo, en el sector de Gaira, Bayron Espitia Coyante fue asesinado a tiros, sumando así otra víctima a la lista de homicidios que tienen a la ciudadanía en estado de alerta y temor.
La Policía ha indicado que estos crímenes podrían estar relacionados con el microtráfico, pero no se descartan otras hipótesis.
Disputa territorial y promesas de diálogo
Estos hechos violentos se producen en un contexto de creciente tensión en Santa Marta, donde la disputa por el control del territorio entre las Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada y el Clan del Golfo parece estar desbordando.
A pesar del anuncio del gobierno de iniciar diálogos de paz con ambas organizaciones, los homicidios no han cesado, y la situación de inseguridad sigue siendo crítica en la capital del Magdalena.
Este año, Santa Marta ha experimentado un preocupante aumento en los índices de criminalidad, que está próximo dejar los 150 muertos.