Personal médico afirmó que el joven sufrió cuatro paros cardíacos a los que logró reponerse milagrosamente.
Joshua Fager disfrutaba de un día de piscina con su familia durante sus vacaciones cuando fue picada por una araña, que lo dejó al borde de la muerte debido al potente veneno que recibió.
«Estaba nadando tranquilamente y de repente sentí una picadura. Pensé que se trataba de una abeja, así que no le presté mucha atención en ese momento», relató Fager.
Poco después, sus uñas se tornaron azules, sus piernas no podían sostenerlo, y su cuerpo comenzó a paralizarse mientras iba perdiendo la respiración.
La situación se agravó rápidamente, y Joshua comenzó a sentir mareos y una sensación similar a la anestesia.
Tras ser trasladado al hospital, los médicos determinaron que la causa de sus síntomas era la picadura de una araña violín y comenzaron un tratamiento intensivo para contrarrestar los efectos del veneno.
Se conoció que, por lo menos en cuatro ocasiones, Joshua estuvo clínicamente muerto, pero los esfuerzos del equipo médico y las constantes oraciones de su familia lograron mantenerlo con vida. Ahora, se encuentra en proceso de recuperación, agradecido por el apoyo recibido y consciente del peligro que representó la picadura.
«Los médicos actuaron con rapidez y profesionalismo, y no podría haber sobrevivido sin su ayuda», comentó su madre, quien también destacó el papel crucial que jugó el apoyo familiar en estos momentos críticos.