Su esposa asegura que al empresario lo mataron con una bacteria que le echaron en los alimentos que consumió en el centro reclusorio.
La inesperada muerte de Allan Scalzo Gómez, empresario y ganadero, ha levantado un manto de sospechas y acusaciones. Para su esposa, Martha Olarte, no cabe duda de que su deceso fue el resultado de un homicidio premeditado ocurrido mientras él se encontraba recluido.
Scalzo había sido detenido bajo la acusación de haber ordenado el asesinato del bananero Haled Saghair.
«Lo asesinaron de manera vil y cobarde”
Martha Olarte, visiblemente afectada, afirmó que su marido fue «asesinado de una manera vil y cobarde» a través de una «contaminación bacteriana en su alimentación».
Según Olarte, cuando Scalzo fue capturado, gozaba de buena salud y no presentó ninguna enfermedad al ingresar al centro de reclusión.
No obstante, poco después de su detención, comenzó a mostrar síntomas preocupantes: fiebre, dolor en las piernas y dificultad para respirar.
El empresario fue internado en un centro transitorio donde, según Olarte, las condiciones eran infrahumanas y prevalecía el hacinamiento.
Dijo que estaba rodeado de reclusos con enfermedades respiratorias graves como COVID-19 y tuberculosis. No obstante apesar de someterlo a pruebas para estas enfermedades, las cuales resultaron negativas, los síntomas de Scalzo empeoraron rápidamente.
La defensa de Scalzo denunció repetidas veces desde el 28 de mayo las irregularidades y negligencias en el tratamiento médico que recibió.
La familia señala que a pesar de la urgente necesidad de atención médica, los trámites para su traslado a una clínica fueron obstruidos, presuntamente por un funcionario de la alcaldía.
Esta demora en recibir atención adecuada llevó a que su estado se agravara, requiriendo su ingreso a una Unidad de Cuidados Intensivos.
Una de las mayores preocupaciones de Olarte radica en la manera en que se entregaban los alimentos a su esposo.
«Nunca se sabía la manera en que llegaban los alimentos que le llevaba. Fácilmente en el camino antes de su entrega podían ser contaminados», expresó.
Detalla que ella preparaba la comida, pero nunca se la entregaba directamente; un interno se encargaba de distribuirla, aumentando las posibilidades de contaminación.
Exigencia de justicia y esclarecimiento
En medio del dolor, Martha Olarte exigió una investigación exhaustiva sobre las anomalías ocurridas durante la reclusión de su esposo.
Actualmente, están a la espera de los resultados de la necropsia para determinar el tipo de bacteria y obtener más detalles sobre cómo y cuándo fue adquirida.
«Solo esperamos que este homicidio se esclarezca», declaró Olarte, afirmando también que su esposo era inocente de las acusaciones relacionadas con la muerte de Haled Saghair.
Según la Fiscalía, el móvil del asesinato de Saghair habría sido una venganza de Scalzo, motivada por una supuesta relación extramatrimonial entre él y Martha Olarte, una acusación que ella niega rotundamente.
Martha Olarte recordó a su esposo como un hombre «maravilloso, ejemplar, entregado a su familia, complaciente, responsable, decente, y muy noble de corazón».
Dijo que estaba vinculada al sector del combustible con negocios en Barranquilla, Santa Marta y Fundación, y explicó que el cambio de nombre a Vicente Oliva Gómez fue debido a un trámite para obtener la nacionalidad italiana, debido a una confusión con los apellidos de su abuelo.
La viuda, aunque no señala directamente a los responsables, clama por una investigación eficiente que revele la verdad detrás de la muerte de Allan Scalzo Gómez.