El infante de 10 años fue embestido y mordido por un perro que salió sin control de un apartamento. El hecho quedó registrado en video y generó indignación entre los vecinos, quienes aseguran que ya habían advertido sobre el riesgo.

Un violento ataque registrado dentro del edificio Río Alto, en el norte de Barranquilla, dejó a un menor herido y generó preocupación entre los residentes. El incidente ocurrió en la torre 1A y quedó registrado en las cámaras de seguridad del pasillo del piso.

En las imágenes se observa a dos jóvenes conversando en la entrada de un apartamento, sin percatarse de que segundos después un peligro se aproximaría. Repentinamente, un perro sale de otro inmueble sin collar, sin bozal y sin ningún tipo de control, avanzando a toda velocidad por el pasillo. Uno de los niños reacciona de inmediato y corre hacia su vivienda para refugiarse, pero el otro queda en medio del corredor, completamente expuesto.

El perro se lanza de manera directa contra el menor, lo alcanza en cuestión de segundos y lo empuja contra la pared, arrinconándolo sin darle espacio para escapar. Acto seguido, empieza a morderlo de forma repetida, clavando sus dientes en su rostro y brazos, mientras el niño intenta cubrirse con las manos, desesperado, sin poder liberarse. El animal lo mantiene inmovilizado al presionarlo contra el muro, atacándolo con fuerza.

La agresión dura alrededor de 20 segundos, tiempo en el que el menor grita y forcejea en un intento desesperado por soltarse. De inmediato, la dueña del perro sale corriendo de su apartamento, alertada por el ruido. Se abalanza sobre el animal para detenerlo, pero la fuerza del perro es tan grande que la mujer termina siendo empujada y cae al piso, quedando momentáneamente sin control de la situación.

Aun así, se reincorpora rápidamente y vuelve a sujetar al animal por el torso y el collar improvisado que intenta formar con sus manos, mientras el perro sigue resistiéndose. Tras varios segundos de lucha, la propietaria logra finalmente imponer el control suficiente para apartarlo. Ese instante permite que el niño escape corriendo y se refugie dentro de otro apartamento, mientras vecinos salen alarmados por los gritos y el caos en el pasillo.

Testigos del edificio afirmaron que ya existían preocupaciones previas por la presencia del canino en las zonas comunes, señalando que, al tratarse de una raza considerada potencialmente peligrosa, debía contar con todas las medidas de seguridad, incluido collar, bozal y supervisión estricta.

Una vez a salvo, el menor fue llevado a la Clínica Portoazul, donde los médicos confirmaron que presentaba heridas de cuatro centímetros en la mejilla y la nariz, además de múltiples rasguños en las manos. Por la severidad de las lesiones, fue sometido a procedimientos especializados.

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El niño es hijo de Jaime Andrés Delgado, quien anunció que iniciará acciones legales contra la propietaria del animal. Además, pidió a las autoridades reforzar los controles sobre la tenencia de perros de manejo especial en espacios residenciales, para evitar que hechos similares se repitan.