En Washington crece la expectativa –y la polémica– ante la posibilidad de que Donald Trump sea el primer ganador del recién creado Premio de la Paz de la FIFA, una distinción impulsada por Gianni Infantino y criticada por su carga política.

La FIFA decidió estrenar un “Premio de la Paz”… justo cuando el mundo está más dividido que nunca. Y lo hará este viernes en Washington, en pleno sorteo del Mundial 2026, en medio de una tormenta de rumores que apuntan a un nombre que incendia cualquier conversación: Donald Trump.

El galardón, creado en noviembre con la promesa de reconocer a personalidades que ayuden a “unir a un mundo dividido”, será anunciado en el Centro John F.

Kennedy para las Artes Escénicas. Pero desde temprano, diplomáticos, analistas y prensa internacional coinciden en lo mismo: todas las fichas parecen caer sobre el presidente estadounidense, aliado cercano de Gianni Infantino.

CNN recordó que Trump e Infantino han coincidido en múltiples eventos oficiales y que el dirigente del fútbol mundial ha expresado admiración abierta por el mandatario, incluso defendiendo que debía recibir el Premio Nobel de Paz. La cercanía no es un secreto, y por eso las especulaciones crecieron sin freno en la antesala del evento.

Infantino ha respaldado públicamente varias acciones diplomáticas impulsadas por Trump: desde sus intentos de mediación en Oriente Medio hasta su estrategia para frenar la guerra en Ucrania, escenarios donde la Casa Blanca ha reconocido que los avances son escasos, pero no inexistentes. Más recientemente, Trump aseguró haber propiciado avances en los diálogos de paz entre Ruanda y la República Democrática del Congo.

El anuncio de la FIFA llega, además, en un momento simbólico: un día antes de que María Corina Machado reciba en Oslo el Premio Nobel de Paz, premio al que Trump también aspiraba con el impulso del propio Infantino. La coincidencia reaviva la lectura política del reconocimiento.

La organización aseguró que el Premio de la Paz será entregado anualmente a quienes demuestren un “inquebrantable compromiso” por la unión global.

“Tenemos que apoyar a cualquiera que esté haciendo algo especial”, dijo Infantino al presentarlo en Miami.

Pero ese discurso no convence a todos. Sectores críticos han cuestionado la creación del premio en un momento en el que la FIFA se niega a sancionar a la federación de Israel en medio del conflicto en Gaza, al tiempo que mantiene vetada a Rusia por la invasión a Ucrania. Para muchos, esa disparidad revela un sesgo político que contradice el supuesto espíritu neutral del organismo.

El viernes se sabrá si la FIFA apuesta por elevar aún más la figura de Trump o si sorprende con un nombre distinto. Por ahora, lo único claro es que el debut del llamado “Premio de la Paz” ya llegó partido en dos. ¿Un reconocimiento genuino o un espaldarazo político?