La víctima, un vigilante comunitario, murió de manera inmediata tras intentar cruzar el separador para evitar el retorno. El impacto contra una camioneta Mazda CX-5 fue tan violento que destrozó el vehículo y desató caos, disturbios y tensión entre motociclistas y autoridades.

En pleno diciembre, cuando las familias se preparan para las novenas y el fin de año, una quedó marcada por la tragedia. A las 12:30 del mediodía de este miércoles, en la Troncal del Caribe, un acto de imprudencia terminó convertido en una muerte absurda: Osman Soto, un vigilante comunitario reconocido en la zona, quiso hacer lo que cientos de motociclistas hacen a diario—cortar camino por el separador para no llegar hasta el retorno—y lo que cortó fue su vida.

La escena ocurrió a la altura del barrio Santana, frente al terminal de transporte de Santa Marta. Soto, a bordo de una motocicleta TBS negra de placas NEN26H, decidió lanzarse repentinamente desde el andén central hacia los carriles principales. Fue cuestión de segundos. Un vehículo de alta gama, una Mazda CX-5 de placas LLM103, avanzaba por el carril con normalidad. El conductor no tuvo tiempo de frenar. La embestida fue brutal.

El golpe fue tan fuerte que el cuerpo de Osman salió proyectado hacia el panorámico del carro. Testigos afirman que su cabeza impactó de lleno el vidrio, provocándole un trauma letal instantáneo. La moto quedó tirada. El vehículo, totalmente destrozado en su parte frontal, mostraba la magnitud del choque que no le dio ninguna oportunidad de sobrevivir.

Caos en la vía

Mientras el cuerpo permanecía en la vía, aún sin familiares presentes, la escena se convirtió en un punto de aglomeración. Decenas de motociclistas se detuvieron, taxistas estacionaron en plena troncal, curiosos rodearon el área y el caos se apoderó del lugar. La muerte de Osman ya era dolorosa, pero lo que vino después terminó por agravar el ambiente.

Al ver varias motos parqueadas alrededor, algunos con placas tapadas, agentes de tránsito comenzaron a destaparlas para iniciar los procedimientos. Bastó eso para que estallaran las discusiones. Gritos, empujones, insultos. Varios motociclistas se abalanzaron contra los funcionarios, acusándolos de “aprovecharse del momento”. La tensión escaló tanto que debió llegar más personal policial para intentar contener el desorden.

Las autoridades investigan el accidente, pero la hipótesis preliminar es clara: la maniobra prohibida desde el separador fue el detonante. Una práctica común, peligrosa y repetida a diario por quienes prefieren ahorrar unos minutos sin medir las consecuencias.

Lea aquí: Cayó en retén policial uno de los Más Buscados de Sucre que se escondía en pueblo de Magdalena

Hoy, en una casa samaria, el dolor llegó intempestivo. Osman salió a trabajar y no regresará.