Lo mataron por un celular: joven creador de contenido murió defendiendo su herramienta de trabajo en Bogotá


Jean-Claude Bossard, un barranquillero de 29 años que estudiaba Administración y producía contenido motero, fue asesinado de dos disparos al resistirse al robo de su celular en el norte de Bogotá. Los responsables: dos jóvenes, uno de ellos de apenas 16 años, que ya habían sido denunciados por la comunidad.

A plena luz del día, en una zona que muchos consideran “segura”, Bogotá presenció otra escena que confirma el deterioro imparable de la seguridad urbana. Jean-Claude Bossard, un joven de 29 años, estudiante universitario y creador de contenido sobre motos, fue asesinado por proteger lo que era más que un teléfono: su herramienta de trabajo, recién comprada, con la que grababa y editaba sus videos.

Jean-Claude, oriundo de Barranquilla, había llegado a la capital con sueños claros: terminar su carrera de Administración de Empresas y seguir creciendo en las redes donde miles lo seguían por su manera apasionada de hablar de motos, motores y rutas. El iPhone 17 Pro Max que acababa de adquirir era parte fundamental de ese proyecto. Y sería también el motivo por el que lo matarían.

El ataque a plena luz del día

Ocurrió en la avenida 19 con calle 108. Dos jóvenes en una motocicleta naranja —la misma que vecinos habían reportado por robos en semanas anteriores— se le acercaron. Uno de ellos, un menor de 16 años, se abalanzó sobre Jean-Claude para arrebatarle el celular.

Las cámaras de seguridad captaron todo: el forcejeo, la desesperación del joven por no soltar su dispositivo, y el instante en que cae al pavimento. Ahí, completamente indefenso, el ladrón le dispara dos veces sin dudarlo.

Segundos después, la moto naranja arranca a toda velocidad. Jean-Claude queda tendido sobre el asfalto mientras peatones corren hacia él intentando salvarle la vida. No hubo nada que hacer. El joven murió ahí mismo.

Lo que más indigna a los vecinos del sector es que la tragedia no fue una sorpresa. Desde hacía al menos 15 días, la comunidad había alertado a la Policía sobre la presencia de esa misma moto naranja, señalada en múltiples robos. Incluso, el 10 de noviembre se había registrado un enfrentamiento con los ocupantes.

La Policía confirmó que ya tenían el vehículo “en el radar”. Pero, como suele pasar, la captura se concretó solo después de que hubiese una víctima mortal.
“Las advertencias estaban hechas. No podemos seguir reaccionando cuando ya es tarde”, admitieron desde la Alcaldía, que insiste en que los homicidios por hurto han disminuido este año, aunque este caso demuestra que las bandas siguen actuando con violencia desmedida.

Persecución, balacera y capturas

Minutos después del asesinato, un uniformado de vigilancia que patrullaba la zona identificó a los delincuentes. Se desató un intercambio de disparos en plena vía. Uno de los ladrones cayó abatido. El otro, el menor de 16 años, resultó herido y fue capturado.

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Según las autoridades, el adolescente hace parte de una banda dedicada a realizar atracos violentos en motocicleta, un fenómeno que no deja de crecer en la ciudad.

En redes sociales, la comunidad motera —donde Jean-Claude era muy reconocido— desbordó mensajes de dolor. Sus seguidores recordaron que horas antes del hecho él había estado grabando contenido para sus próximos videos. En su celular estaban los clips, las tomas, las imágenes… el trabajo que nunca alcanzó a publicar.

Su familia, aún en shock, intenta entender cómo un joven que solo estudiaba, trabajaba y soñaba con crecer en lo que le apasionaba, terminó asesinado por dos adolescentes que buscaban un teléfono.


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