
Aracataca entró en zona roja: tres asesinatos en menos de 12 horas estremecen al pueblo de Gabo
El municipio pasó de la calma habitual a un fin de semana teñido de sangre. Tres hombres fueron asesinados a bala entre la noche del sábado y la mañana del domingo, en hechos que revelarían la disputa violenta que se desató entre bandas criminales en la zona. El miedo se instaló y los cataqueros temen que esto sea apenas el comienzo.
Aracataca no está acostumbrado a contar muertos. Mucho menos tres en menos de un día. Este fin de semana, la violencia irrumpió sin permiso y dejó claro que ya no respeta barrios, horarios ni rutinas. Tres balaceras, tres víctimas, tres familias destrozadas y un pueblo que de un momento quedó atemorizado porque violencia se desató.
El miedo es tan palpable que los mismos vecinos lo dicen sin rodeos: “Esto no es normal, aquí la muerte no pasa tan seguido”. Pero este fin de semana los obligó a mirar de frente una realidad que se venía anunciando: grupos armados están moviendo fichas en el municipio y no les tiembla la mano para disparar en cualquier esquina.
Primer golpe: lo mataron dentro de un establecimiento
El sábado a las 7:00 de la noche, cuando muchos apenas arrancaban su jornada de descanso, dos hombres armados entraron a un establecimiento del barrio San Martín como si fueran clientes. No iban a comprar nada. Sin decir palabra, se fueron directo contra Javier Cervantes Lara y le dispararon a quemarropa.
La víctima quedó tendida en el piso. Intentaron salvarlo llevándolo al Hospital Luisa Santiaga, pero murió minutos después. La escena dejó helados a los presentes: los sicarios no huyeron corriendo. Se marcharon caminando, tranquilos, como si supieran que nadie los perseguiría.
Segundo asesinato: un joven baleado en Villa del Río
Cinco horas después, cuando muchos todavía trataban de entender qué había pasado, Aracataca volvió a escuchar detonaciones. Esta vez fue en Villa del Río. A Cristian Polo le dispararon varias veces y quedó malherido en plena calle. Los vecinos lo auxiliaron, pero las heridas eran tan profundas que el hospital poco pudo hacer.
Dos asesinatos en una misma noche. Dos barrios diferentes. Un mensaje claro: la violencia ya no es esporádica… está organizada.
Tercer crimen: lo buscaron, lo identificaron y lo remataron
La mañana del domingo, en el corregimiento de Sampués, la muerte volvió a aparecer sin avisar. Hombres armados irrumpieron en un comercio, identificaron a Cristian —su tercera víctima— y le dispararon a corta distancia. No hubo advertencia, no hubo error, no hubo confusión: lo fueron a matar.
Lo trasladaron al Hospital San Rafael de Fundación, pero la gravedad de las heridas acabó con su vida pocos minutos después.
Tres ataques consecutivos. Tres hombres ejecutados con precisión. Tres comunidades paralizadas.
Un municipio atrapado entre la incertidumbre y la sospecha
La Policía llegó a cada escena para recoger vainillas, revisar cámaras, buscar testigos y tratar de armar el rompecabezas. Pero la pregunta que ronda en Aracataca es otra: ¿quién está detrás? Aunque no lo dicen oficialmente, la comunidad lo supone: esto tiene sello de banda criminal, de ajuste de cuentas, de disputa territorial. El patrón se repite: hombres armados que llegan, disparan y desaparecen como si conocieran cada salida del municipio.
Los habitantes ya no hablan de salir tarde, de dejar la puerta abierta o de caminar tranquilos por la zona rural. Hablan de cuidarse, de evitar reuniones, de estar atentos a las motos, de no quedar en medio de una balacera.
Porque lo que más temen no es que siga la racha homicida…
Es que la próxima bala perdida no tenga nombre.
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