Una banda de atracadores especializada en golpes a joyerías llegó desde Barranquilla con todo calculado… pero algo falló. Cuando intentaron ejecutar un robo millonario en un centro comercial de Bucaramanga, terminaron descubiertos, acorralados y enfrentados a tiros con la Policía. El intendente Fredy Francisco Leal Briceño murió intentando neutralizarlos. Uno de los delincuentes cayó abatido y cinco más fueron capturados.

La tarde en el centro comercial Cuarta Etapa de Bucaramanga transcurría con normalidad hasta que un ruido seco y repetitivo rompió la rutina: golpes, vidrios vibrando, gritos ahogados. No era un simulacro ni un susto pasajero. Era una banda de atracadores tomando por asalto la joyería Caracas, una movida calculada al detalle por un grupo que —según las primeras pesquisas— habría llegado desde Barranquilla exclusivamente a ejecutar el golpe.

Entraron decididos, armados, con roles claramente repartidos. Sabían a quién intimidar, dónde moverse, qué vitrinas atacar. Todo indicaba que habían estudiado el terreno. Sin embargo, el plan se cayó en segundos cuando visitantes y empleados comenzaron a alertar sobre los movimientos extraños dentro del local. El centro comercial cerraba puertas a toda prisa. Era evidente que algo no les salió como esperaban.

Entre quienes no dudaron en reaccionar estaba el intendente jefe Fredy Francisco Leal Briceño, integrante de la Sijín y que ese día estaba de civil en el lugar. No tenía chaleco, no tenía refuerzos; tenía segundos. Y aun así avanzó hacia la joyería sabiendo que se estaba metiendo en el corazón de un asalto en curso.

Lo que vino después fue terror puro: un intercambio de disparos que retumbó por los pasillos, tiendas bajando cortinas, familias corriendo con niños en brazos, trabajadores refugiándose detrás de mostradores. Los atracadores, dispuestos a matar para escapar. El policía, decidido a impedirlo.

En medio de la balacera, Leal Briceño fue alcanzado por las balas. Cayó herido, mientras los delincuentes intentaban romper el cerco para huir. Fue trasladado de inmediato a una clínica cercana, pero los médicos no pudieron salvarle la vida. Su muerte estremeció a compañeros, comerciantes y a decenas de personas que fueron testigos de la escena más angustiante que ha vivido ese centro comercial.

Cinco capturados

El enfrentamiento no quedó ahí. La Policía, ya alertada, entró al establecimiento para cerrar salidas y perseguir a la banda. En la respuesta, uno de los presuntos atracadores fue abatido. Los demás —cinco en total, todos provenientes de Barranquilla— fueron capturados cuando intentaban huir por distintos puntos del centro comercial.

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Con ellos se incautaron armas de fuego, herramientas y elementos que habrían usado para ejecutar el golpe. La investigación apunta a que esta banda estaría vinculada a otros robos de alto impacto en la región.