Margarita Guerra se posesiona fuera de la Asamblea y dispara contra el Presidente: así arranca el gobierno de la nueva gobernadora


Antes de estrenar siquiera su oficina, Margarita Guerra Zúñiga arrancó gobernando en medio de fuego cruzado: una Asamblea que intentó retrasar su posesión y un presidente de la República que cuestionó abiertamente su victoria electoral.

El estreno de su mandato, lejos de la formalidad tradicional, dejó claro que su estilo aunque amable y respetuoso, no será silencioso ni complaciente.

Y es que el departamento recibió a su gobernadora en un ambiente de tensión. Nada de fotos solemnes en el recinto de la Asamblea ni discursos de bienvenida. Lo que hubo —según Guerra— fueron nuevas trabas.

La mandataria solicitó a la presidenta de la Asamblea que fijara su posesión para el miércoles. Según ella, no obtuvo respuesta. Luego, cuando llegó, la respuesta fue incluirla en el orden del día para “otro día más”, una maniobra que ella interpretó como un intento de dilatar sin justificación. Los diputados defendieron la actuación como un trámite procedimental normal.

Margarita Guerra no esperó más. Acudió al Tribunal Administrativo del Magdalena, que autorizó su posesión inmediata. Con eso, envió un mensaje que marca la pauta desde el primer día: no aceptará maniobras políticas que frenen el funcionamiento del departamento.

Un día más sin gobernador es un día más perdido para el Magdalena”, dijo después de asumir, en un discurso donde advirtió que no permitirá presiones ni repartijas.

Y remató con una frase que cayó como advertencia directa a los diputados: “acá no se entregan secretarías ni se reparten hospitales. Se reciben propuestas. Si hay voluntad, trabajamos; si no, el tiempo lo dirá”.

Petro dijo que “perdió en el Magdalena” y Guerra respondió sin filtros

El otro choque del día no fue local, sino con la Casa de Nariño.

En un consejo de ministros, el presidente Gustavo Petro afirmó que había “perdido en el Magdalena” y señaló a Fuerza Ciudadana —movimiento del que hace parte Guerra— de representar la “política tradicional”. El comentario cayó mal y activó una respuesta inmediata de la gobernadora.

El presidente participó en política y perdió. Es decepcionante que ahora nos llame política tradicional cuando fue este mismo grupo el que lo ayudó a elegirse”, dijo Guerra, sin rodeos.

Recordó que el Magdalena fue uno de los departamentos donde Petro recibió mayor respaldo en su campaña presidencial y que el caicedismo se “puso al frente” para acompañar ese proyecto.

“Cuando los votos eran para él, no éramos política tradicional. Solo ahora, cuando la gente nos elige a nosotros, sí lo somos. Esa incoherencia es evidente”, añadió.

La gobernadora no se quedó ahí. Afirmó que el candidato apoyado por Petro en el departamento estuvo respaldado por sectores de derecha tradicional —criticados por el propio presidente— y cuestionó algunos acuerdos políticos hechos durante la campaña.

Que revise sus alianzas antes de señalar las nuestras”, lanzó.

¿Vendrá un castigo desde Bogotá? El temor que circula en el Magdalena

Más allá del choque político, en el departamento se instaló una preocupación: que el Gobierno nacional recorte apoyos o ralentice proyectos debido a su distanciamiento con el caicedismo. Guerra no evadió el tema.

“Si el presidente castiga al Magdalena porque no ganó su candidato, el castigo no es para mí. Es para el pueblo”, afirmó.

La mandataria respaldó su advertencia con cifras. Según ella, el Gobierno Petro ha invertido muy poco en el departamento: recursos parciales en infraestructura hospitalaria, ningún avance en la ampliación de la planta docente y cero respaldo financiero a los campus universitarios proyectados para las subregiones.
Sobre educación fue categórica:

“No puede hablar de calidad educativa quien no ha puesto un peso para mejorar las 847 sedes educativas del Magdalena”.

También cuestionó que no hubo acompañamiento nacional frente a denuncias de intimidaciones y presencia de estructuras criminales durante la campaña.

Diálogo sí, pero sin humillaciones políticas

Guerra sabe que el Magdalena necesita recursos nacionales. Por eso, pese al choque, afirmó estar dispuesta a dialogar con Petro, siempre que ese diálogo sea institucional y sin señalamientos personales.

Bienvenida toda inversión para el Magdalena. Pero no permito difamaciones ni estigmatizaciones. El diálogo debe venir con respeto”, aseguró.

Sobre proyectos anunciados por la Nación, como el Megadata Center, dijo que no se opondrá a nada que represente desarrollo real para el territorio.

Un inicio sin tregua para un gobierno que arranca en disputa

El debut de Margarita Guerra fue todo menos calmado. Terminó posesionándose por fuera de la Asamblea, confrontó al presidente de la República y dejó sobre la mesa la advertencia de que gobernará sin ceder ante presiones.

Le esperan tensiones con una Asamblea adversa, un año bajo tropiezos por la transición, un ambiente político enrarecido y un Gobierno nacional con el que ya tuvo un primer choque frontal.

Pero también dejó un mensaje claro: no se dejará arrinconar ni por silencios ni por vetos.

Trabajaré por el Magdalena con quien quiera trabajar por el Magdalena”, dijo.

Lea aquí: La Asamblea vuelve al ring: Margarita Guerra llega a posesionarse… y Ángela Cedeño decide si abre la puerta o vuelve a trancar el proceso

El pulso político apenas comienza. Y si el primer día sirve como muestra, los próximos meses estarán marcados por confrontaciones, decisiones duras y muy poca paciencia para los juegos de poder.


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