Pinedo desactivó a tiempo un paro que amenazaba con paralizar a Santa Marta


A punta de diálogo, escucha y soluciones sobre la mesa, el alcalde logró convencer a taxistas y transportadores de desistir del cese de actividades programado para este 27 de noviembre. El acuerdo garantiza que la ciudad siga en movimiento mientras se ejecutan compromisos clave para mejorar la movilidad y el control vial.

Santa Marta estuvo a horas de enfrentar un nuevo paro de transporte que habría dejado las calles paralizadas y a miles de ciudadanos sin cómo moverse. Pero el martes en la tarde, cuando todo parecía que una nueva jornada de bloqueo y tensión era inminente, el alcalde Carlos Pinedo Cuello se sentó, una vez más, frente a los líderes del gremio de taxis para evitar que la ciudad amaneciera inmóvil.

La mesa de diálogo —que se ha repetido durante semanas— arrancó con las quejas que ya eran una constante: falta de control en las vías, inseguridad vial, invasión de rutas y poca presencia de agentes de tránsito. Sin embargo, esta vez, el tono cambió. Pinedo llegó con propuestas concretas, cifras en mano y la disposición de escuchar sin apuros.

El riesgo era claro: si el gremio insistía en el paro, Santa Marta se paralizaba. Pero la conversación, que empezó áspera, fue tomando un ambiente conciliador cuando el alcalde explicó cómo aumentará el pie de fuerza: 60 agentes de tránsito adicionales, recursos asegurados y documentación lista para ejecutarse apenas la Policía Nacional pueda autorizar jurídicamente el convenio frenado por la Ley de Garantías.

“Nuestro compromiso es garantizar que Santa Marta siga en movimiento”, dijo Pinedo frente a los transportadores. Y el mensaje caló. Esta vez sintieron que la Administración no estaba dilatando, sino actuando.

Fidel Castro Tapia, secretario de Movilidad, reforzó la promesa con un tono más técnico: más controles, más operatividad, más presencia en calle. Del otro lado de la mesa, los representantes de taxis asentían. Había diferencias, sí, pero también un punto en común: la ciudad no podía volver a quedar en manos del caos.

El punto de quiebre

El presidente de la Asociación de Propietarios de Taxis, Yorley Osses, fue directo: “nuestra intención nunca ha sido afectar a la ciudadanía. Queremos soluciones reales, y hoy vemos voluntad del alcalde”.

Esa frase marcó un cambio en la conversación. Los gremios levantaron la mano y tomaron la decisión: no habrá paro. Mantendrán el servicio y entrarán en asamblea permanente para vigilar que los compromisos se cumplan.

El acuerdo que salvó la movilidad

Entre los puntos pactados quedaron: aumento de agentes de tránsito; reuniones mensuales con la Secretaría de Movilidad; mesas trimestrales con el alcalde; un encuentro con la Policía para coordinar el plan de seguridad de la temporada turística y acompañamiento de conductores, propietarios y empresarios del transporte.

En la mesa también participaron el coronel Jaime Ríos, delegados de la Fiscalía, la Personería y el gabinete distrital, todos como garantes de que esta vez los anuncios no se queden en palabras.

Cuando terminó la reunión, los líderes del gremio salieron sin la molestia que los había acompañado en días anteriores.

Había un acuerdo, había un compromiso y, sobre todo, había señales de que la Alcaldía quiere gobernar desde la escucha.
Santa Marta amanecerá este 27 de noviembre sin bloqueos, sin protestas y sin la zozobra de quedar atrapada.

Para muchos, el alcalde Pinedo hizo lo que pocas veces se ve: evitar una crisis antes de que estalle.

La movilidad seguirá —al menos por ahora—, gracias a una fórmula que pocas veces falla: hablar, escuchar y resolver.


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