Ni las reclamaciones de Miguel Martínez ni las objeciones jurídicas del equipo de Rafael Noya lograron frenar la declaratoria oficial de Margarita Guerra Zúñiga como gobernadora del Magdalena. Los escrutinios confirmaron lo que el preconteo ya había anticipado: la candidata de Fuerza Ciudadana ganó con amplia ventaja y recibió su credencial en medio de un clima tenso pero sin sobresaltos administrativos.

El mediodía de este martes, mientras en los pasillos del antiguo Hospital San Juan de Dios aún se comentaban las quejas y reclamaciones elevadas por las campañas de Miguel Martínez y Rafael Noya, la Comisión Escrutadora General del Magdalena oficializó el resultado final: Margarita Guerra Zúñiga es la gobernadora para el periodo 2025–2027.

La sesión, presidida por los delegados del Consejo Nacional Electoral y del Registrador Nacional, no dejó espacio a dudas. Con los formularios revisados y las reclamaciones ya respondidas, el conteo final incluso arrojó una cifra mayor a la reportada inicialmente en el preconteo. Guerra terminó con 189.652 votos, consolidando una diferencia imposible de revertir.

Las cifras que cerraron cualquier discusión

El resultado fue contundente.

— Rafael Emilio Noya, segundo en la contienda, alcanzó 124.616 votos, un número significativo pero insuficiente para cuestionar la tendencia.

— Miguel Martínez, cuya campaña insistió en presuntas irregularidades, obtuvo 15.766 votos.

— Luis Santana apenas llegó a 1.508 votos, quedando sin margen político para incidir en la discusión.

En total, los candidatos sumaron 331.542 votos; a estos se agregaron 4.972 votos en blanco, para un total de 336.514 votos válidos. Además, se registraron 3.226 votos nulos y 1.606 no marcados, para un universo de 341.346 sufragios depositados en las urnas.

Las cifras, claras y verificadas, dejaron sin piso cualquier intento de frenar la proclamación.

La entrega de la credencial

A las 11:59 de la mañana, en un salón custodiado por funcionarios y abogados, los delegados Reynaldo Dussán Calderón y María Nelly Martínez Ardila —escrutadores del CNE— declararon oficialmente a Margarita Guerra como gobernadora electa.

Los secretarios y claveros asignados por la Registraduría, Diana Loried Jiménez Sanabria y Jorge Alberto Cardona Montoya, dieron fe del proceso, mientras que la clavera delegada por la Gobernación, Nayara Vargas Lesaca, certificó los soportes físicos del escrutinio.

Los apoderados de Guerra recibieron la credencial sin celebraciones estridentes, pero con la satisfacción de quien sabe que el trámite era solo la ratificación de una victoria trabajada y blindada desde el día de las urnas.

Reclamaciones sin efectos

Tanto la campaña de Noya como la de Martínez habían insistido en revisar mesas, cuestionar formularios y pedir reconteos parciales, pero ninguna reclamación logró alterar el sentido del resultado.

Los delegados del CNE sostuvieron que no se encontraron inconsistencias materiales que afectaran el cómputo final, y que las diferencias alegadas por las campañas no modificaban el marcador definitivo.

Para algunos asistentes, el ambiente estuvo cargado: abogados revisando cada dato, delegados contrastando actas y representantes de campaña tomando fotos a cada paso. Pero el proceso avanzó sin incidentes.

Con la credencial en mano, Margarita Guerra queda habilitada para tomar posesión y asumir lo que resta del periodo constitucional 2025–2027. Desde ya comienza la etapa de empalme, mientras en su coalición celebran un triunfo que, más que reñido, terminó siendo arrasador.

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La proclamación en el San Juan de Dios no solo cerró la disputa electoral: también dejó claro que, pese a reclamaciones y tensiones, la victoria de Fuerza Ciudadana fue sólida, amplia y jurídicamente inamovible.