La pelea entre los dos jóvenes terminó con uno tirado en plena calle, agonizando por una puñalada en la espalda, mientras el otro huyó del lugar. La madre quedó deshecha, sin entender cómo la discusión familiar terminó casi en homicidio.

La tarde del viernes, el barrio Juan 23 quedó paralizado por una escena que más parecía sacada de un thriller que de una discusión familiar. Dos hermanos, cuya relación ya venía marcada por constantes peleas —según aseguraron vecinos—, pasaron de los gritos a los golpes y luego al puñal en un abrir y cerrar de ojos.

Testigos relatan que el enfrentamiento inició dentro de la vivienda, pero la violencia se desbordó hasta la calle, donde ambos se dieron puños bajo la mirada atónita del vecindario. El caos llegó a su punto máximo cuando uno de ellos, fuera de sí, sacó un objeto cortopunzante y se lo clavó al otro en la espalda.

Los gritos estremecieron la cuadra. El herido cayó de inmediato al pavimento, intentando respirar entre la sangre que corría por su cuerpo. Varias personas salieron corriendo, en chanclas, sin pensarlo, para auxiliarlo. Un video grabado por residentes muestra la desesperada carrera contrarreloj: vecinos tratando de taponar la herida con una camiseta, pidiéndole que no cerrara los ojos.

Mientras la víctima se debatía entre la vida y la muerte, el presunto agresor —su propio hermano— ya no estaba. Según la comunidad, salió corriendo apenas vio la gravedad de lo que había hecho. Nadie lo volvió a ver.

La madre de ambos, que llegó segundos después, quedó devastada. Se desplomó al ver a su hijo mal, sin poder comprender cómo una discusión terminó convirtiendo a uno en víctima y al otro en fugitivo. “Mis hijos, mis hijos… ¿qué hicieron?”, repetía, mientras los vecinos intentaban consolarla.

Los residentes decidieron trasladar al hombre herido en una motocicleta hasta un centro médico cercano, donde permanece bajo atención especializada y su estado es reservado.

En Juan 23 aún comentan la escena con incredulidad: dos hermanos que crecieron bajo el mismo techo, hoy separados por una puñalada que pudo convertirse en tragedia.