La mujer de 65 años, y su padre de 89, fueron atacados a tiros y con arma blanca en su propia casa en Armenia. Horas antes habían arreglado pacíficamente los daños por un accidente en su fachada.

A Luz Amparo Moscoso y a su padre, Julio César Moscoso, los asesinaron en su propia casa horas después de conciliar con el conductor que chocó su fachada. El hombre regresó armado, acompañado, y desató una agresión brutal que convirtió un incidente menor en una tragedia inconcebible en el barrio El Porvenir, en Armenia.

La mañana del 16 de noviembre inició con un estruendo: un Mazda 2 blanco, placas NAU-783, se estrelló contra la vivienda ubicada en la calle 32 con carrera 25-52. Luz Amparo, de 65 años, y su padre, Julio César, de 89, salieron de inmediato a revisar el daño.

Pese al susto, la situación se manejó con aparente calma. Hablaron con el conductor, evaluaron los daños y acordaron una conciliación por dos millones de pesos. Todo quedó pactado sin gritos, denuncias o intervenciones policiales hasta ese momento. Para ellos, el incidente estaba solucionado.

Pero esa tranquilidad fue apenas un espejismo.

A la 1:30 de la tarde, el conductor volvió. Esta vez no venía solo. Llegó acompañado de otras personas, entraron a la casa sin permiso y sin decir una palabra abrieron fuego contra padre e hija.

Los disparos fueron solo el comienzo. También los atacaron con arma cortopunzante, dejando una escena de violencia extrema que dejó a la comunidad en shock. Los vecinos escucharon los disparos, los gritos… y luego el silencio que anuncia lo peor.

Una muerte inmediata y otra que agonizó minutos

Luz Amparo murió en el lugar, dentro de su propia vivienda, donde horas antes había intentado resolver todo por las buenas.
Julio César, gravemente herido, alcanzó a ser trasladado a un centro médico. Los médicos lucharon por estabilizarlo, pero sus heridas eran demasiado profundas. Murió poco después.

La conciliación que debía cerrar un problema terminó abriendo la puerta a una masacre.

La investigación avanza

El coronel Luis Fernando Atuesta, comandante de la Policía del Quindío, confirmó que el vehículo involucrado fue inmovilizado y que ya tienen identificados a los presuntos agresores.

“Realizamos verificaciones e inspecciones para confirmar plenamente la participación de los implicados”, aseguró.

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La comunidad pide capturas rápidas. Nadie entiende cómo un choque menor pudo transformarse en una ejecución dentro de una casa de familia.