Tres jóvenes asesinados entre la noche del miércoles y la mañana del jueves encendieron todas las alarmas en el barrio La Paz y Santa Marta en general. La comunidad teme una escalada violenta y reclama presencia urgente de la fuerza pública.

En el barrio La Paz algo no anda bien. Lo dicen los vecinos, lo murmuran las madres en las esquinas, lo confirman los tiros que ya se escuchan a cualquier hora del día. Este jueves, a plena mañana, otro joven cayó asesinado. El tercero en menos de una semana. El segundo en menos de 24 horas.

Como dicen en Santa Marta, “el balín anda bajito”, y esta vez sorprendió a Robin Tapia, un muchacho conocido por su talento con el balón y por estar siempre metido en todos los campeonatos del sector. Amigo de todos, respetado en las canchas, presente en cada evento deportivo comunitario. Nadie imaginó verlo tirado en una calle destapada, sin vida, con varios tiros atravesándole el pecho.

Según las primeras versiones, Robin salió desprevenido a la tienda. Caminaba sin prisa cuando dos hombres en moto lo interceptaron. Intentó correr, dar la vuelta, reaccionar. Pero el gatillero fue más rápido. Lo alcanzó, lo derribó y lo mató ahí mismo, frente a la mirada impotente de quienes escucharon los disparos pero ya nada podían hacer.

La invasión Altos del Mar en La Paz, donde cayó Robin, vivió escenas desgarradoras. Sus amigos y familiares llegaron casi al mismo tiempo, incrédulos, en medio de lágrimas preguntándose cómo un joven que solo vivía para el deporte terminó convirtiéndose en otra cifra de esta cadena violenta.

Otro homicidio en horas de la noche: “Jhoncito”

El crimen de Robin ocurrió apenas horas después del atentado que la noche anterior cobró la vida de Jhon de Jesús, conocido en el sector como “Jhoncito”.

Eran las 11 de la noche del miércoles cuando un sicario lo abordó en el sector de la Torre 15, en La Paz. Jhon quedó gravemente herido, pero seguía con vida.

Sus familiares lo montaron en un carro y lo llevaron al puesto de salud del barrio. De ahí lo trasladaron al hospital Julio Méndez Barreneche.

Luchó, pero fue por poco tiempo. Minutos después, los médicos confirmaron su muerte. La noticia estremeció a la comunidad, que apenas estaba procesando lo ocurrido cuando amaneció un nuevo atentado.

Madrugada de terror: asesinan a “Robincito” en el Cerro de las Tres Cruces

Como si la noche no hubiera sido suficiente, la madrugada también estuvo marcada por la violencia. Sobre la Avenida del Río, en el Cerro de las Tres Cruces, fue asesinado otro joven conocido como “Robincito”.

Según testigos, lo sorprendieron hombres armados y le dispararon repetidamente. No tuvo tiempo de correr ni de entender lo que pasaba. Cayó de inmediato. El ataque ocurrió menos de dos horas después del atentado donde mataron a “Jhoncito”.

Dos homicidios casi consecutivos, ejecutados con precisión. La ciudad amaneció con la sensación de que algo grande —y oscuro— se está moviendo detrás de estos hechos.

La comunidad teme una escalada y habla de “limpieza social”

En La Paz, el rumor corre más rápido que los patrullajes. Muchos vecinos creen que estos asesinatos podrían ser parte de una limpieza social adelantada por bandas criminales que operan en la zona. No lo dicen en voz alta por miedo, pero sí lo comentan entre ellos mientras miran hacia la calle como quien espera que algo más pueda ocurrir.

“Esto no es normal, aquí están matando gente cada 12 horas”, dijo una habitante del sector que prefirió no dar su nombre.
La Policía aseguró que ya investiga si los casos tienen relación entre sí. La comunidad, mientras tanto, pide mayor presencia, control y vigilancia, porque sienten que la paz —esa que le dio nombre al barrio— se les está agotando.

Tres muertos, dos barrios, menos de 12 horas. Santa Marta vuelve a vivir esas noches que nadie quiere recordar, pero que cada vez se están haciendo más frecuentes.