
Santa Marta pierde a otro niño por dengue: ya son dos menores muertos en pocas semanas
El menor de 12 años, futbolista y querido por su comunidad, murió tras complicarse por dengue hemorrágico. Es el segundo niño que fallece recientemente por esta enfermedad en la ciudad. Su familia luchó hasta el final y lo trasladó a Bogotá, pero no resistió. Santa Marta exige fumigación urgente ante el avance del virus.
La historia de Sergio Alejandro Carbonó terminó con una brusquedad que nadie en su familia logra asimilar. Tenía solo 12 años, jugaba fútbol, era risueño, cariñoso y no se despegaba de sus padres. Pero nada de eso lo blindó del golpe silencioso y mortal del Aedes aegypti, el mosquito que sigue cobrando vidas jóvenes en Santa Marta.
El caso de Sergio no es un hecho aislado. En las últimas semanas ya se había confirmado la muerte de otro menor por la misma enfermedad, un dato que ha encendido aún más las alarmas en la ciudad y que deja claro que el dengue está golpeando con fuerza a los más vulnerables.
Todo comenzó con una picadura. Una más entre las miles que circulan por los barrios donde el mosquito se volvió parte del paisaje. Horas después, Sergio empezó a mostrar los primeros síntomas: fiebre intensa, malestar, signos que se confundieron con cualquier virosis habitual hasta que los médicos confirmaron lo peor: dengue hemorrágico.
A partir de ese momento la familia emprendió una carrera contrarreloj. Recolectaron dinero entre vecinos, amigos y conocidos para lograr trasladarlo a Bogotá, aferrados a la mínima esperanza de que en la capital encontraran una salida. Los médicos hicieron lo imposible. La familia también. Pero el cuerpo del niño no resistió.
La noticia cayó con brutalidad. Las lágrimas de sus padres estremecieron a su comunidad, que ahora solo puede recordarlo con su uniforme de fútbol, siempre corriendo, siempre sonriendo.
Alarma en Santa Marta por dengue
Mientras tanto, en Santa Marta el ambiente es de angustia. Los casos de dengue siguen aumentando y ya no se trata de cifras: son niños, adolescentes, familias rotas. La muerte de Sergio volvió a encender las alarmas y desató exigencias a las autoridades para actuar ya.
Líderes barriales y padres de familia piden fumigaciones urgentes, intervención masiva y control del mosquito, que se ha multiplicado sin descanso. “No podemos seguir enterrando niños por culpa de un mosquito”, dijo un líder de Santa Marta.
La plaga está disparada. La ciudad siente miedo. Y la muerte de Sergio Alejandro Carbonó, con solo 12 años, ya el segundo menor fallecido en semanas, vuelve a recordarle a Santa Marta que el dengue no es una amenaza lejana: está en cada patio, en cada charco, en cada barrio.
PAUTE
AQUÍ
420 px x 450 px
INFO AQUÍ
