La muerte de Ana Elvira Ladrón De Guevara en un condominio de Valledupar dejó a su familia devastada. Su hijo Félix publicó un homenaje que expone el vínculo profundo que compartían y el dolor que hoy los atraviesa, mientras las autoridades investigan cómo ocurrió la caída.

Lo que debía ser unos días de descanso en Valledupar terminó convertido en una tragedia que hoy sacude a una familia cartagenera. Ana Elvira Ladrón De Guevara, de visita en un apartamento alquilado por aplicación en el complejo Palmetto Condominio Club, murió tras caer desde un noveno piso. Las circunstancias aún no están claras, y la Policía mantiene abierta la investigación.

Pero mientras los peritos intentan descifrar qué ocurrió, el hijo de Ana Elvira, Félix Ladrón De Guevara, decidió enfrentar su dolor de la única forma que encontró posible: contándole al mundo quién era su mamá y lo que significaba para él.

“Mi compañera de mil batallas”: un duelo escrito en redes

En su cuenta de Instagram, Félix publicó un carrete de fotos que resume una vida compartida. No fue un mensaje más, ni una declaración fría; fue un grito desde el alma.

“Mi compañera de mil batallas, mi escudera. Esta es la carta que nunca pensé escribir. Perdimos juntos”, escribió, dejando al descubierto una relación que trascendía el vínculo tradicional entre madre e hijo. Eran amigos, cómplices, aliados en cada momento difícil.

Las imágenes muestran graduaciones, cumpleaños, viajes, logros… y ahora ese hilo de recuerdos se volvió su refugio para enfrentar lo que llama “una partida que no entiende”.

La historia detrás de un vínculo indestructible

Para Félix, la pérdida no solo le arrebató a su madre; le quitó a la persona que estuvo en cada paso de su formación como médico. En otro de sus mensajes recordó uno de los momentos que más los unió: su graduación.

“Prefiero asumir que te fuiste de viaje y que en algún momento nos encontraremos para volver a estar juntos y ser el excelente equipo que siempre fuimos”, escribió. Las palabras retratan la mezcla de negación y amor que define un duelo que recién comienza.

El joven también dejó entrever que detrás de la tragedia había una lucha silenciosa.
“No es tu culpa nada de lo que pasó… fue esta horrible enfermedad la que nos ganó”, publicó, insinuando que su madre enfrentaba un padecimiento que golpeaba de manera profunda su estabilidad emocional.

Las autoridades aún buscan respuestas
La caída se registró en la madrugada del 12 de noviembre. El cuerpo de Ana Elvira fue hallado en un pasillo del condominio, y hasta ahora no hay una versión oficial sobre cómo ocurrió el hecho. La Policía analiza cámaras, entrevistas y el entorno del apartamento alquilado.

Mientras avanza la investigación, la familia clama por respeto y por evitar especulaciones. El foco, dicen, debe estar en entender la verdad y acompañar el duelo.

Una despedida que desarma

La muerte de Ana Elvira dejó un vacío imposible de medir. Sus amigos la describen como una mujer amorosa, fuerte y entregada; su hijo la recuerda como su faro.

En sus mensajes no solo la despide: la honra. Reconstruye con palabras la historia de dos vidas que caminaron juntas y que, según él, seguirán unidas “cuando se vuelvan a encontrar”.

El caso aún está bajo investigación, pero el dolor ya está a la vista.

Y es el testimonio de Félix el que hoy humaniza una tragedia que golpeó a una familia entera y que sigue dejando preguntas abiertas en Valledupar.