A tres días de las elecciones atípicas en el Magdalena, Miguel ‘El Mono’ Martínez prepara una caravana masiva en Santa Marta, donde rifará una motocicleta 0 km para quienes lo acompañen. El aspirante busca cerrar su campaña mostrando fuerza en calle y medir el respaldo real de su candidatura.

Miguel El Mono Martínez había manejado toda su campaña desde el ruido digital: videos en moto, carros prestados por los municipios, denuncias sobre corrupción y un mensaje sencillo que le funcionaba en redes: “siempre con la gente, nunca con los mismos”.

Ese método lo sostuvo durante semanas. Pero en la recta final, el candidato decidió que ya no basta con las pantallas.
El Mono quiere calle. Quiere multitud.

Quiere que Santa Marta vea, sin filtros, el tamaño de su apuesta.

Por eso organizó para este jueves 20 de noviembre una caravana que, según él, será “la más grande de la contienda”. Y para asegurarlo, anunció que rifará entre los asistentes una motocicleta cero kilómetros. Un gancho poderoso en un departamento donde una moto es herramienta de trabajo, movilidad y, para muchos, libertad económica.

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El anuncio encendió el ambiente. En redes sociales anunció el evento como la rodada del año: un recorrido que pasará por varios sectores de Santa Marta y que, además de mostrar músculo, servirá para medir quién tiene realmente la calle en este cierre tenso de campaña.

La estrategia no es casual. La política del Magdalena viene movida, con acusaciones, denuncias judiciales y reacomodo de maquinarias. En ese escenario, cualquier acto masivo se convierte en termómetro electoral.

El Mono dice que en las próximas horas revelarán el punto de partida, la ruta exacta y el sitio donde se realizará la rifa. Pero adelantan que será un circuito largo, pensado para mover gente de varios barrios, sumar motos, carros, pitos y banderas, y proyectar la imagen de un candidato que asegura que va a ganar “con mayoría amplia”.

En Santa Marta la conversación está dividida: unos cuestionan que se use una rifa en plena contienda; otros lo ven como una forma legítima de convocar; y muchos, simplemente, se preguntan cuántas motos, carros y seguidores logrará poner Martínez en la calle.

Lo cierto es que para el Mono esta caravana es un mensaje de poder. Una demostración de que ya no quiere depender solo del ruido digital, sino de la presencia física de quienes lo respaldan.