Rafael Noya, candidato a la Gobernación del Magdalena, lanzó este una nueva denuncia en contra del Caicedismo. Según él, la Gobernación habría pagado —con recursos públicos— las licencias de Sayco y Acinpro utilizadas en los cierres de campaña de Margarita Guerra en Ciénaga y Santa Marta.

Con los documentos impresos en la mano, Noya señaló a la gobernadora encargada de “mover la estructura institucional” en favor de la candidata de su mismo grupo político.

“Aquí hay una intervención clara de la Gobernación. No hay garantías. Si usan la plata del Departamento para impulsar a una candidata, ¿qué le queda a la gente? Por eso pido que se nombre un gobernador adhoc que garantice transparencia este 23 de noviembre”, afirmó ante los medios.

El candidato aseguró que la denuncia ya fue radicada ante la Procuraduría, la Contraloría, el Ministerio del Interior y la MOE, y reiteró que ha recibido reportes de presiones a contratistas.

“No pueden obligar a empleados a poner votos. Eso es ilegal y es indigno”, agregó.

La respuesta de Margarita Guerra: “Noya está desesperado”

La campaña de Margarita Guerra reaccionó de inmediato y rechazó las acusaciones. Señalaron que el pago que Noya presentó como prueba no pertenece a la Gobernación, sino a un particular, y se basaron en el comunicado oficial emitido por Sayco, que explicó que la asociación al ente territorial fue un error involuntario del sistema.

En un mensaje difundido por su equipo, respondieron de manera contundente:

“Noya está desesperado. Convirtió un error técnico ya aclarado en una historia que no existe. Está buscando confundir a la ciudadanía porque sabe que va perdiendo”, afirmó un portavoz de la campaña.

Aun así, insistieron en que respetan las denuncias ante los entes de control, pero que no aceptan que se construyan acusaciones sobre información que —dicen ellos— ya fue corregida de manera oficial.

“La gente merece claridad, no alarmas inventadas en la recta final”, agregaron.

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Las versiones se contraponen y elevan la tensión en un Magdalena donde cada movimiento político ya se lee como decisivo. Ahora serán los entes de control los que determinen si la denuncia de Noya tiene fundamento o si el caso queda como un capítulo más del choque frontal entre las dos campañas en la última semana antes de las urnas.