Avanza Ley que por fin le pondrá freno a los abusos de grúas y patios de tránsito operados por privados


Un proyecto en el Senado promete cambiar el sistema de inmovilizaciones en Colombia: menos remolques, menos cobros injustificados y más garantías para los conductores. La reforma busca desmontar un negocio que por años ha sido denunciado como abusivo y poco transparente.

Durante años, los patios y las grúas han sido una pesadilla para millones de conductores en Colombia. Bastaba un mal parqueo, un papel vencido o una simple demora para que un vehículo terminara arrastrado a un patio donde empezaban las cuentas interminables: cobros inflados, daños sin responsable y trámites que duraban días… o semanas. Es un sistema que muchos sienten más cercano a una trampa que a una medida de tránsito.

Esta vez, el país parece estar ante un cambio real. El Senado estudia un proyecto de ley que promete desmontar las prácticas que por años alimentaron el negocio de las inmovilizaciones y que hicieron del gancho de la grúa un símbolo de abuso.

La regla que podría cambiarlo todo

La iniciativa introduce un principio que suena elemental, pero que nunca se había escrito en la ley con tanta claridad: si el conductor está presente, no hay grúa, salvo que el vehículo represente un riesgo evidente. En cualquier otro caso, el agente pone el comparendo y el infractor se va conduciendo o acompañado, sin traslado al patio. Es una modificación que atiende la queja histórica de miles de ciudadanos: la grúa usada como castigo automático, incluso cuando el dueño estaba al lado del carro.

Se acabó el cobro por subir el carro a la grúa

La reforma agrega otra garantía clave: si el propietario llega mientras el vehículo está siendo enganchado y aún no sale del sitio, no puede cobrarse un solo peso. Ni por el intento, ni por el gancho, ni por la maniobra.

Es una respuesta directa a las prácticas que generaron indignación en todo el país: cobros de cientos de miles de pesos por un movimiento mínimo de la grúa, incluso sin que el vehículo fuera trasladado.

Retención preventiva: detener sin castigar

El proyecto también plantea algo que puede evitar que un trámite menor termine en un viacrucis: la retención preventiva en sitio hasta por dos horas.

Ese tiempo permitirá que el conductor muestre el SOAT digital, gestione una revisión técnico-mecánica o actualice un documento sin que su carro termine en un patio por un detalle que se puede solucionar en minutos.

Patios bajo vigilancia estricta

La reforma pone en cintura a los patios de tránsito, señalados por: daños no reconocidos, cobros imprecisos,
demoras injustificadas en la entrega de vehículos. Con el cambio, los patios deberán registrar el estado exacto del vehículo al ingresar y al salir.

Si se detectan daños nuevos, tendrán dos meses para responder y cubrirlos, incluso asumiendo intereses si se demoran. Y la cuenta del parqueo solo podrá cobrarse por el tiempo real guardado, eliminando los abusos donde los trámites internos del patio terminaban sumándose al costo final.

Un respiro que millones llevan años esperando

El proyecto avanza en el Senado respaldado por denuncias ciudadanas de varios años. Para muchos, es la primera vez que una iniciativa enfrenta de frente el negocio detrás de las inmovilizaciones: uno que, según conductores, castiga más allá de lo razonable y se sostiene en la falta de control.

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Si la ley se aprueba, sería el primer giro estructural a un sistema percibido como injusto y opaco. Un alivio real para quienes han visto cómo una infracción menor termina convertida en una deuda impagable.

Y, quizá, el comienzo de una época en la que una grúa no sea sinónimo de abuso, sino de verdadera función de tránsito.


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