Un panfleto firmado por el supuesto grupo La Muerte circuló en Pastrana señalando a dos jóvenes como delincuentes. El barrio se levantó para desmentir la acusación, denunciar el riesgo que genera y exigir a las autoridades investigar quién intenta poner en la mira a dos personas conocidas como trabajadores y de buena conducta.

El barrio Pastrana se alarmó esta semana cuando apareció un panfleto que, bajo la firma del supuesto grupo La Muerte, declaraba una “limpieza social” y marcaba con nombre propio a dos jóvenes del sector.

La amenaza cayó como una bomba: señalaba a muchachos reconocidos en el barrio, y lo hacía con la frialdad y el tono de sentencia que en Santa Marta ya ha costado vidas.

No solo aparecían sus nombres sino también una fotografía donde los referenciaban como peligrosos delincuentes.

Por esa razón, antes de que las autoridades reaccionaran, Pastrana lo hizo. Vecinos, líderes y familiares salieron a rechazar el documento con fuerza, denunciando que lo escrito es “una mentira peligrosa” que estigmatiza, intimida y puede poner en riesgo a inocentes.

“Aquí no vamos a permitir que nos maten a la gente con mentiras”

Desde la misma calle donde crecieron los jóvenes, la comunidad grabó un video en el que salieron rostro a rostro a defenderlos. Una edileza de la Localidad 1, que se crió con ellos, fue una de las primeras en hablar:

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—Los maracuyás son una familia unida, alegre, trabajadora. Gente de bien. Esto que les hicieron es una injusticia —sentenció.

La mujer recordó que la familia Robles Meléndez aún está viviendo un duelo reciente, y que recibir una amenaza de muerte en medio del dolor fue un golpe que nadie esperaba.

Pastrana no se quedó callado

Luis Martínez, líder comunitario, fue más frontal. Llamó al panfleto “un pasquín barato” y aseguró que lo que contiene es completamente falso.

—Esta es una familia pobre, trabajadora, respetada en toda la antigua Comuna 1. Aquí los conocemos. Esto es un montaje para hacer daño —dijo.

Mototaxistas, comerciantes, guardas de seguridad y vecinos que conocen a los jóvenes desde niños también se unieron al rechazo. Todos coincidieron en algo: las acusaciones no corresponden a la realidad, y permitir que circulen sin aclaración es abrirle la puerta a una tragedia.

Un señalamiento que podría matar

En Pastrana saben que un panfleto anónimo puede volverse sentencia. Por eso la preocupación es grande. Los vecinos afirman que la amenaza firmada por La Muerte no solo genera terror, sino que pone en riesgo la vida de dos jóvenes que, según ellos, no tienen ningún vínculo con delincuencia.

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También cuestionan el silencio inicial de las autoridades, al que ven como una falta de protección en un momento delicado.

La comunidad exige respuestas

El barrio no quiere que este caso quede enterrado entre rumores. Piden que se investigue quién está detrás del panfleto, por qué se emitió y con qué fin.

Dicen que no van a permitir que un papel sin firma real, distribuido sin pruebas y con un tono de ejecución, destruya la reputación de dos jóvenes que han sido parte del tejido social del sector.

Pastrana ya habló. Y habló fuerte:

El panfleto es una mentira peligrosa, y el barrio no va a dejar que esa mentira termine en tragedia.