
Aracataca y Fundación se tiñeron de naranja: Margarita Guerra desató una revolución popular en su tierra
En dos municipios clave del Magdalena, la candidata Margarita Guerra fue recibida por multitudes que la respaldaron como la mujer que dará continuidad al proyecto político que gobierna actualmente al departamento. Caravanas masivas, discursos encendidos y una consigna unificada marcaron una jornada que encendió la recta final hacia el 23 de noviembre.
La tierra de Gabo se volcó a la calle
Aracataca no necesitó pregón: la gente salió sola. Más de 300 personas caminaron con Margarita Guerra por las calles polvorientas donde alguna vez se gestó el universo literario de García Márquez. Esta vez, el realismo fue político: un río humano vestido de naranja que según la campaña del Caicedismo dejó claro que el cataquero ya tomó partido.
Líderes comunales, madres cabeza de hogar, jóvenes y adultos mayores se fueron sumando al recorrido mientras la candidata saludaba casa a casa, pidiendo defender en las urnas lo construido en los gobiernos de Fuerza Ciudadana.
“Si queremos más colegios como el Elvia Vizcaíno, no podemos dejar que los corruptos vuelvan a gobernar”, lanzó Guerra, recibiendo una oleada de aplausos.
En ese colegio —recordó— una mujer esperó 95 años para verlo hecho realidad. “El que compra votos llega a robar. No se dejen engañar”.
El pasado que regresa vs. el cambio que sigue
En Aracataca, la candidata no dudó en marcar distancia de sus contendores.

“La otra parte del tarjetón es el pasado: el que abandonó a los pueblos, negó educación, frenó obras y cerró oportunidades”, dijo con firmeza. Aseguró que su proyecto continuará el plan de desarrollo que ya está reduciendo pobreza y abriendo caminos sociales.
El mensaje caló. Para muchos habitantes, la candidata no solo representa continuidad, sino también territorio: es la única mujer en el tarjetón y la que, dicen ellos, “sí conoce la tierra”.
Al caer la tarde, una frase quedó clara en Aracataca:
“La tierra de Gabo votará por Margarita Guerra”.
Fundación estalló en multitud: la hija del pueblo regresó
Si Aracataca fue multitud, Fundación fue una avalancha. Desde temprano, cientos de familias se tomaron las calles de la llamada esquina del progreso para recibir a Margarita Guerra como si fuera un retorno esperado desde hace años.

Hubo abrazos, pancartas, motos acompañando el paso y un grito que se repetía como himno:
“Fundación tiene gobernadora, y se llama Margarita Guerra”.
El ambiente fue más que político: fue emocional. Fundación la recibió como “la hija de esta tierra”, una mujer que creció con los valores de la provincia y que hoy —como dijeron algunos asistentes— “carga el ADN de la gente humilde”.

“El cambio sí es posible”: Guerra se compromete
Ante ese mar de gente, Margarita Guerra reafirmó su compromiso con el proyecto de Fuerza Ciudadana y con el legado de Carlos Caicedo.
“Con Caicedo demostramos que el cambio sí es posible. Ahora me corresponde a mí seguir ese camino, desde el corazón del pueblo”, dijo con la voz firme.
Prometió más justicia social, más oportunidades y un Magdalena donde la transformación no retroceda.
La multitud respondió con banderas, aplausos y una convicción que retumbó en toda la plaza: “Esto no lo para nadie”.
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Un mismo mensaje en dos pueblos: la fuerza está en la gente
En Aracataca y en Fundación, el paisaje fue el mismo: emoción, respaldo masivo y una candidata que se mostró cercana, decidida y con un mensaje disciplinado. A 10 días de las elecciones, Margarita Guerra no solo sumó apoyos: demostró que la calle es su mejor plaza y la gente su mayor fortaleza.

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