La Policía del Magdalena capturó en flagrancia al adulto mayor que, bajo apariencia inofensiva, intimidaba a mototaxistas y comerciantes en nombre de las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra. El hombre fue sorprendido cuando cobraba “vacunas” en el corregimiento de Orihueca, donde ya era conocido por todos.

A simple vista parecía un anciano cualquiera. Canas, caminar lento, camisa por fuera del pantalón y una voz apenas audible. En Orihueca, corregimiento de la Zona Bananera, lo veían pasar sin levantar sospechas. Pero bastaba con escucharlo murmurar una frase para que la calma se desvaneciera:

“Ahí viene el viejo de las Autodefensas, téngale la plata”.

Wilson, conocido entre los suyos como alias ‘Sonwil’, se había convertido en el cobrador silencioso de las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra (ACSN). Su misión era simple y perversa: recorrer los barrios, abordar a los mototaxistas y comerciantes, y recordarles que la “cuota” debía pagarse puntual. No necesitaba gritar ni amenazar con armas; bastaba con su reputación y con el rumor de que detrás de él había hombres armados dispuestos a hacer cumplir las órdenes.

Así cayó ‘Sonwil’

Durante meses, el viejo —como le decían algunos con una mezcla de miedo y rabia— mantuvo en zozobra a los conductores de moto del corregimiento. Su método era directo: se acercaba con un saludo cortés, decía que venía “de parte del grupo”, y entregaba un papel con el monto de la extorsión. Si alguien dudaba, mostraba los panfletos del grupo armado como advertencia.

Pero su rutina terminó el día en que la Policía del Magdalena decidió seguirle el rastro. Bajo la estrategia ‘Magdalena HE2’, los uniformados montaron vigilancia en la plaza principal de Orihueca. Allí, justo cuando ‘Sonwil’ cobraba el dinero a varios mototaxistas, fue sorprendido y capturado.

El registro del operativo dejó al descubierto lo que muchos sospechaban. En su poder tenía un arma de fuego, seis cartuchos calibre 38, panfletos alusivos a las ACSN, una agenda con los nombres de sus víctimas y un teléfono celular lleno de mensajes comprometedores. Según las autoridades, el anciano actuaba bajo las órdenes de alias ‘Caliche’ o ‘Cobra’, cabecilla de la estructura financiera del grupo criminal Los Pechencas.

Los agentes no podían creerlo. El hombre, que aparentaba debilidad y humildad, resultó ser un extorsionista metódico, capaz de mantener a un pueblo entero sometido.

“Pasaba desapercibido, parecía un abuelo cualquiera. Pero era el encargado de cobrar las vacunas y de informar quién pagaba y quién no”, relató un investigador del caso.

Tras su captura, la noticia se regó rápido por Orihueca. Algunos mototaxistas, aún incrédulos, miraban las fotos del operativo como si se tratara de una mala broma. “Uno no se imagina que un señor así fuera el que tenía a todo el mundo asustado”, dijo un conductor, mientras otro admitía en voz baja: “Más de uno respiró tranquilo hoy”.

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La Policía aseguró que ‘Sonwil’ será judicializado por los delitos de tráfico y porte ilegal de armas, además de ser investigado por su papel dentro de la red de extorsión que afectaba a mototaxistas y comerciantes en varios corregimientos de la Zona Bananera.