La madre denuncia que, a casi dos años del homicidio de su hija Taliana Vanesa, de 16 años, presuntamente a manos de un uniformado durante un operativo en el Rincón Guapo, el caso sigue sin avances judiciales. El policía señalado tiene casa por cárcel, pero por otro proceso.

Han pasado casi dos años desde que Taliana Vanesa Meléndez, una adolescente de 16 años, cayó al suelo con un disparo en el pecho en el barrio Rincón Guapo, en Santa Marta. El proyectil, según su madre, fue disparado por un policía en medio de un procedimiento contra su hermano que la joven grababa con su celular. Desde entonces, Diana María Meléndez Viloria vive entre expedientes, aplazamientos y un dolor que no cesa.

“Mi hija estaba grabando cómo unos policías abusaban de la gente, y uno de ellos le disparó. Desde ese día no he tenido paz”, dice con la voz cansada.
Taliana murió el 25 de marzo de 2024, y desde entonces su madre solo ha recibido promesas y silencios.

El supuesto responsable

El uniformado señalado, identificado por la familia como Arlinzon Córdoba Palacios, no está preso por este caso. Tiene casa por cárcel, pero por otro proceso que enfrenta dentro de la misma institución, según afirma Diana. “Eso no es justo. Él está en su casa tranquilo, y mi hija bajo tierra”, reclama.

El expediente judicial, que debía avanzar en 2024, ha quedado atrapado entre aplazamientos y audiencias suspendidas.

“Ya van tres audiencias —la del 17 de julio, la del 9 de octubre y la del 5 de noviembre— y el abogado del asesino de mi hija nunca se presenta”, denuncia la madre, quien pide ayuda a los medios para que su historia no se quede en el olvido.

El caso de Taliana se ha convertido en un símbolo de la lentitud judicial y la falta de respuesta institucional en hechos de presunta violencia policial. La menor habría perdido la vida mientras grababa con su celular un procedimiento en el que, según testigos, se estaban cometiendo abusos. “Ella no tenía armas, solo un teléfono en la mano. Y aun así, la mataron”, relata Diana.

No es la primera tragedia que golpea a esta familia. Años atrás, otra de las hijas de Diana murió alcanzada por una bala perdida en un atentado criminal. “Perdí dos hijas por culpa de las balas. Nadie me las va a devolver, pero quiero que haya justicia, que este caso no quede impune como tantos otros”, dice.

El asesinato de Taliana Vanesa provocó protestas en su momento frente al comando de la Policía Metropolitana de Santa Marta, pero el paso del tiempo ha enfriado la atención pública. Su madre se resiste a callar. “No quiero venganza, solo justicia. Que el nombre de mi hija no quede enterrado junto con ella.”

Mientras el proceso sigue sin resolverse, la memoria de Taliana se mantiene viva en la lucha de su madre, que enfrenta cada día el silencio del Estado con la misma frase que repite desde hace 20 meses:
“A mi hija la mató un policía, y todavía no pasa nada.”