Una hectárea menos de Hydrilla: Corpamag limpia parte de la Ciénaga Grande, pero la amenaza sigue viva


La entidad ambiental culminó el plan piloto de remoción mecánica de la planta asiática invasora que afecta la navegabilidad y los ecosistemas en Nueva Venecia. Aunque hubo avances, el problema dista mucho de estar resuelto.

La Ciénaga Grande de Santa Marta, uno de los ecosistemas más emblemáticos del Caribe, sigue afrontando una emergencia por cuenta de la Hydrilla verticillata, la planta acuática originaria de Asia que se ha convertido en una verdadera pesadilla para las comunidades de pescadores y para la autoridad ambiental del Magdalena.

La Corporación Autónoma Regional del Magdalena (Corpamag) confirmó que culminó el plan piloto de remoción mecánica de esta especie invasora en el sector de Nueva Venecia, donde se logró limpiar una hectárea afectada. Sin embargo, el resultado, aunque positivo, deja un mensaje claro: la amenaza persiste.

“La intervención retiró una importante cantidad de macrófitas que afectaban la navegabilidad en la Ciénaga, mejorando temporalmente el tránsito de las comunidades palafíticas. Pero el movimiento del material flotante obligó a extender la operación”,

explicó Angélica Rodríguez, subdirectora técnica de la entidad.

Así fue la intervención

El trabajo, desarrollado junto a INVEMAR y las comunidades locales, se concentró en una parcela piloto de 10.000 metros cuadrados dividida en cuatro subparcelas. Allí, una retroexcavadora de brazo largo instalada sobre un planchón removió la vegetación flotante y sumergida, que luego fue trasladada a un islote cercano al Caño Aguas Negras, para evitar su dispersión y controlar los residuos.

Durante 58 horas de operación, los técnicos de Corpamag recogieron toneladas de Hydrilla, mejorando temporalmente la movilidad en los canales, donde antes las canoas quedaban atrapadas entre la maraña vegetal. Pero las corrientes y el viento volvieron a arrastrar fragmentos, lo que demuestra lo complejo del problema.

El piloto incluyó un monitoreo ambiental integral que medirá los impactos sobre la calidad del agua y la biodiversidad acuática, en aspectos como oxígeno, nutrientes y microorganismos. Los resultados están siendo procesados para definir los próximos pasos.

Seguirá remoción manual

Mientras tanto, la corporación avanza en la planificación de la etapa de remoción manual, que se ejecutará a finales de noviembre. En esta fase, los pobladores participarán directamente, usando herramientas menores para evitar la fragmentación de los tallos, el principal mecanismo de propagación de la Hydrilla.

Aunque la intervención permitió recuperar parcialmente el área tratada y mejorar la navegabilidad, Corpamag advirtió que una operación a mayor escala requerirá una logística robusta, transporte especializado y sitios controlados de disposición.

La entidad también enfatizó que no toda la Ciénaga está invadida, sino especialmente la zona de Pajarales y Nueva Venecia, donde la planta ha alterado la dinámica hídrica y amenaza a las comunidades biológicas locales.

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Por ahora, la batalla apenas comienza. En una hectárea la Hydrilla fue contenida, pero su expansión, silenciosa y persistente, sigue poniendo a prueba la capacidad técnica, científica y social de quienes luchan por proteger la Ciénaga Grande.


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