Kelly Mariana Ceballos, de 34 años, intentó escapar de su agresor corriendo entre viviendas y locales del barrio Nuevo. Recibió cinco disparos en cabeza, pecho y abdomen.

La mañana del domingo 9 de noviembre, el barrio Nuevo de Cúcuta se convirtió en escenario de una ejecución a plena luz del día. Eran cerca de las 11:00 a. m. cuando Kelly Mariana Ceballos Monsalve, de 34 años, fue perseguida y asesinada a tiros por un sicario que la persiguió varias calles.

De acuerdo con los testigos, Kelly caminaba por la calle 25 con avenida 26 cuando un hombre armado se le acercó. Ella corrió desesperada intentando refugiarse en una vivienda y luego en un local comercial, pero el atacante la siguió disparando sin detenerse. Los impactos generaron terror y caos.

Cuando finalmente cayó al piso, ya había recibido cinco balazos: uno en el mentón, uno en el brazo derecho, dos en el pecho y otro en el abdomen. Los vecinos intentaron socorrerla y la trasladaron a la Unidad Básica de Loma de Bolívar, pero los médicos confirmaron su muerte minutos después.

En el sitio del crimen, el CTI de la Fiscalía halló más de 14 vainillas calibre 9 milímetros y rastros de disparos en varias paredes, lo que confirma que la víctima fue perseguida por varias cuadras antes de ser ejecutada.

Horas antes de su muerte, Ceballos había compartido en redes sociales imágenes de su vida cotidiana: rutinas de gimnasio, paseos en moto y carro, e incluso una foto sosteniendo un arma que algunos allegados aseguran era de juguete. En su perfil también se observaban mensajes dirigidos a su hijo adolescente, fallecido el año pasado, a quien decía extrañar profundamente.

Un amplio prontuario delictivo

Según la Policía, Kelly Mariana tenía un amplio historial delictivo. Desde 2009 acumulaba antecedentes por hurto, lesiones personales, amenazas, concierto para delinquir y violencia contra servidor público. Además, figuraban denuncias por amenazas registradas en 2016 y 2021.

Aunque el móvil del crimen aún no ha sido esclarecido, los investigadores manejan como principal hipótesis una discusión que la víctima habría sostenido un día antes de ser asesinada, hecho que podría estar relacionado con su ejecución.

Por ahora, las autoridades trabajan en la recolección de cámaras de seguridad y testimonios para identificar al sicario y determinar quién ordenó el ataque.

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En el barrio Nuevo, el rastro de las balas quedó marcado en las paredes y en la memoria de los vecinos, que fueron testigos del final violento de una mujer que, según muchos, vivía rodeada de peligro… y esta vez no logró escapar de él.