El hombre, señalado de pertenecer al frente Libardo Verjel, fue capturado en flagrancia durante un operativo del Plan Cazador. Se le incautó un arma de fuego y sería uno de los encargados del control territorial en la zona rural de Santa Marta.

A alias “Berna” lo sorprendieron antes del amanecer. No hubo tiempo para huir ni para esconder el arma que llevaba.

Cuando los agentes del Gaula y el Ejército Nacional irrumpieron en la zona rural de Buritaca, ya tenían claro quién era el objetivo: un presunto integrante de las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra (ACSN) que, según la inteligencia policial, servía como enlace del frente Libardo Verjel, una estructura criminal que mantiene dominio sobre sectores estratégicos del norte del Magdalena.

La operación, desarrollada en el marco del Plan Cazador, terminó con la captura en flagrancia de este hombre, quien fue hallado en poder de un arma de fuego y otros elementos usados, al parecer, para actividades delictivas.

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Las autoridades sostienen que alias “Berna” participaba en acciones de control territorial y apoyo a economías ilegales, labores que las ACSN utilizan para sostener su poder en áreas rurales de Santa Marta y sus corregimientos.

“La Policía Nacional reafirma su compromiso inquebrantable con la seguridad y la tranquilidad de los ciudadanos. Continuaremos adelantando acciones contra los grupos armados organizados que afectan la paz en la Metropolitana de Santa Marta”, aseguró el coronel Jaime Hernán Ríos Puerto, comandante de la Policía Metropolitana.

El capturado fue dejado a disposición de la Fiscalía General de la Nación por el delito de fabricación, porte o tenencia de armas de fuego. La institución indicó que este golpe se suma a otros logrados en las últimas semanas dentro de la ofensiva contra los cabecillas y redes criminales que operan en la Sierra Nevada.

Con la detención de alias “Berna”, la Policía busca debilitar la estructura del frente Libardo Verjel, que durante años ha intentado mantener control sobre rutas, extorsiones y el tráfico ilegal en Buritaca, uno de los corredores más vigilados por la fuerza pública en el norte del país.