Familia exige claridad y responsabilidades por muerte de joven en reto de discoteca


Horas después de la muerte de María José Ardila, una universitaria de 23 años que participó en un reto de consumo extremo de alcohol dentro de una discoteca en el sur de Cali, su familia rompe el silencio. Acusan negligencia, piden justicia y cuestionan la falta de control sobre este tipo de actividades que, pese a la tragedia, continúan promoviéndose.

María José Ardila tenía 23 años y soñaba con graduarse como diseñadora. La noche del sábado pasado salió con sus amigos a una discoteca del sur de Cali, sin imaginar que ese sería su último plan. Horas después, fue sacada inconsciente del lugar, tras participar en un reto de consumo de alcohol extremo promovido por el mismo establecimiento. Murió al día siguiente en un hospital.

“Mi hija pedía agua y se la negaron. Nadie la auxilió. Fueron sus amigos los que la sacaron y la llevaron en taxi, mientras los administradores se quedaron mirando”, denunció Andrés Ardila, padre de la joven.

Las imágenes que circulan en redes muestran a María José participando en la dinámica organizada por la discoteca: debía consumir varias mezclas alcohólicas en tiempo récord para ganar un premio de dinero. Según la familia, en el sexto trago detuvo el vaso, hizo una mueca y dijo: “¿Esto qué es? Esto sabe inmundo”. A partir de ese momento, su estado físico se deterioró hasta perder el conocimiento.

“No hubo auxilio; la dejaron morir

Los familiares aseguran que el local no contaba con personal de primeros auxilios ni protocolo de emergencia. “Es inaceptable que sigan diciendo que todo estaba en regla. Si hubiera estado en regla, mi hija no estaría muerta”, agregó el padre, mientras sostiene que la discoteca no se ha comunicado con ellos desde el suceso.

La Secretaría de Salud de Cali informó que, hasta el momento, no se han encontrado irregularidades en el establecimiento. Pero la familia rechaza ese pronunciamiento y exige una investigación a fondo. “Un funcionario público no puede minimizar una tragedia de este tamaño”, insistió Ardila.

La indignación crece

La controversia aumentó cuando, apenas 24 horas después del hecho, la discoteca cerró su cuenta de Instagram y, al reabrirla, anunció que el premio del mismo reto pasaba de 1,5 a 2 millones de pesos.

“Fue una burla. En vez de asumir responsabilidades, convirtieron la tragedia en promoción”, denunció un familiar.

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“Mi hija no puede haber muerto para que nada pase. Lo que queremos es que nunca más una familia viva esto”, concluyó el padre, con el mismo dolor con el que empezó esta historia.


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